El universo «clarividente y alucinado» de José Hierro recala en la Biblioteca Nacional

El vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, reivindicó ayer la trascendencia literaria del poeta y «sus lecciones de vida», durante la inauguración de la muestra. Zuloaga recordó no sólo la relevancia poética del autor que, según ha destacado, «inspira y alimenta las vocaciones literarias», sino también su dimensión humana y su pensamiento, que «marcó a generaciones de españoles y españolas», y constituye un legado «necesario recuperar en momentos como estos». «Para los cántabros hoy es un día feliz», sostuvo el también consejero de Cultura, que señaló el «extraordinario vínculo del poeta con la ciudad de Santander y con Cantabria, donde fue protagonista de la vida cultural, alentando con su generosidad a las nuevas generaciones de escritores y mostrando su singular magisterio en instituciones claves como la UIMP».

«La huella de José Hierro en Cantabria es intensa y nos enorgullece» y, por eso, mostró su satisfacción por el futuro traslado de esta muestra a la Biblioteca Central de Cantabria. Además, valoró la colaboración entre instituciones con la familia del poeta que ha permitido hacer realidad esta exposición.

Ana Santos, directora de la BNE, definió a Hierro como «un poeta de enorme integridad moral, cuya palabra muestra el testimonio de situaciones vividas por muchos, un lugar con el que nos podemos identificar y donde podemos buscar consuelo. Recordar hoy su obra en esta exposición coral», añade, «significa el reencuentro con un poeta necesario».

José Hierro «construyó a lo largo de cinco décadas una obra extraordinariamente rica, crisol de las estéticas, técnicas, hallazgos y tensiones que configuran la poesía del siglo xx y anticipador de la que vendría después», explicó Julieta Valero, poeta y directora técnica de la Fundación Centro de Poesía José Hierro. Es «una obra alerta hacia lo humano que hoy nos sigue interpelando». La exposición, a su juicio, «brinda la enorme herencia de José Hierro al mundo, como él hubiera podido fabular en una de sus magníficas 'alucinaciones'».

Desde que comenzara a escribir poemas con sólo 13 años, su voz ha estado radicalmente atada a su tiempo. «La poesía de José Hierro se define por su carácter fundamentalmente documental y por su voluntad testimonial, que se pone de relieve desde las primeras poéticas en que el autor expone sus ideas estéticas», explica el comisario de la exposición, Juan José Lanz, Doctor en Filología Española por la Universidad Complutense.

Lanz destaca la prolífica carrera de Hierro -más de 50 años de producción- «una de las figuras más destacadas de las primeras promociones poéticas de posguerra». 'Libro de las alucinaciones' (1964) «representa un hito en su poesía que, desde entonces, consigue integrar lo racional y lo simbólico, el reportaje y la alucinación, lo vivido y lo soñado, lo intelectual y lo emocional, lo histórico y lo biográfico, lo íntimo y lo social, la escritura y la reflexión sobre su proceso que culminará con Cuaderno de Nueva York (1998)», añade el comisario.

La exposición, como se anunció, recorre la biografía de Hierro a través de los escenarios destacados de su vida Santander, Valencia, Madrid..., escenarios en los que se va desarrollando su obra con la marca indiscutible de cada espacio y de los acontecimientos que en él ocurren. El comisario y la responsable del montaje expositivo, Natalia López, diseñaron siete apartados (precedidos de un 'Prólogo' y seguidos de un 'Epílogo') representados por un retrato del poeta y un texto poético y que establecen las etapas vitales del autor. Destacan los numerosos manuscritos de poemas, así como obras teatrales, novelas y relatos inéditos que se enseñan por primera vez en público, un Diario inédito escrito en la cárcel entre 1941 y 1942, el mecanoscrito completo de 'Con las piedras, con el viento...' (1950), o los guiones de los programas que dirigió en RNE.