Borrar

Ángela Zubieta

Santander

Jueves, 27 de marzo 2025, 12:22

Modo oscuro

El teatro ha sido, sin duda, una de las joyas culturales de Santander, aunque hoy en día no queda un solo edificio en pie dedicado exclusivamente a las artes escénicas. Podemos decir que la historia de estos edificios está marcada por incendios devastadores y reconstrucciones, y aunque el cine ha tomado protagonismo, relegando al teatro a un segundo plano, el legado de estas salas sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad. Actualmente, el Palacio de Festivales se erige como el principal referente de las artes escénicas en Santander pero también quedan pequeñas salas autónomas -el Teatro de Caja Cantabria, Escena Miriñaque o El Café de las Artes- donde se puede disfrutar de obras brillantes.

Los Primeros Pasos del Teatro: El Principal (1838)

El Teatro Principal, inaugurado el 6 de mayo de 1838 en la calle del Arcillero, fue el pionero en establecer una tradición escénica en la ciudad. Diseñado por Antonio de Arriete, este teatro se construyó en un momento en que Santander comenzaba a consolidarse como un núcleo cultural. Con capacidad para 880 personas, su estructura, que incluía palcos y un amplio gallinero, reflejaba el refinamiento de la época. A pesar de su reforma en 1894, el teatro sufrió dos incendios: el primero en 1915 y el definitivo en 1941, tras el gran incendio que asoló Santander.

El Teatro Principal, inaugurado el 6 de mayo de 1838 en la calle del Arcillero, fue el pionero en establecer una tradición escénica en la ciudad. Diseñado por Antonio de Arriete, este teatro se construyó en un momento en que Santander comenzaba a consolidarse como un núcleo cultural. Con capacidad para 880 personas, su estructura, que incluía palcos y un amplio gallinero, reflejaba el refinamiento de la época. A pesar de su reforma en 1894, el teatro sufrió dos incendios: el primero en 1915 y el definitivo en 1941, tras el gran incendio que asoló Santander.
El Teatro Principal, inaugurado el 6 de mayo de 1838 en la calle del Arcillero, fue el pionero en establecer una tradición escénica en la ciudad. Diseñado por Antonio de Arriete, este teatro se construyó en un momento en que Santander comenzaba a consolidarse como un núcleo cultural. Con capacidad para 880 personas, su estructura, que incluía palcos y un amplio gallinero, reflejaba el refinamiento de la época. A pesar de su reforma en 1894, el teatro sufrió dos incendios: el primero en 1915 y el definitivo en 1941, tras el gran incendio que asoló Santander.
Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Un viaje por los antiguos teatros de Santander

Un viaje por los antiguos teatros de Santander