Mercedes Gancedo Soprano

FIS

«Victoria de los Ángeles era única y poseía una intelectualidad potentísima»

-El Festival y la UIMP recuerdan el centenario del nacimiento de Victoria de los Ángeles. ¿Qué destacaría de esta soprano?

-Fue una de las más grandes promotoras de la canción a nivel internacional, además de una de las sopranos que ha cantado repertorio más variado de España. Una enorme artista que merecía este tipo de reconocimiento por su labor como artista, su enorme talento y su musicalidad.

-¿Qué significado tiene para usted en un plano más personal?

-Es una figura sagrada, muy amada por todos los que seguimos su carrera y su legado, que en cierta manera atraviesa aún nuestra vida a través de la Fundación Victoria de los Ángeles, del festival LIFE Victoria. Para mí es un honor poder cantar sus poemas. Poner voz a lo que su voz interna decía es un acto prácticamente ritual.

- María de los Ángeles está considerada como una de las grandes de la lírica en el siglo XX. ¿Encuentra muchas diferencias entre las divas de aquella generación con las de ahora?

-Siento que el término diva ha pasado de moda, aunque puedo intuir que ella no tenía una percepción de ser divina, sino todo lo contrario. He oído una frase que dijo en la que señala no ser perfecta y que eso es lo divertido: justamente no serlo. En mi opinión, Victoria de los Ángeles era una soprano bastante única, no sólo por su vocalidad sino en las características de su labor, ya que promovió la canción catalana desde un lugar muy auténtico, codo a codo con los compositores. Además era una gran personalidad con una intelectualidad potentísima, combinada con una obvia sensibilidad que la caracterizaba.

-El FIS dedica un ciclo a 'Grandes Mujeres': Alicia Larrocha, Victoria de los Ángeles y Teresa Berganza. ¿Es necesario poner en valor la figura de la mujer en el campo de la música?

-El valor de la mujer ya está puesto de manifiesto en todo lo que hacemos. Las mujeres somos grandes desde siempre, no sólo ahora. Que haya un espacio para nosotras más legitimado si se quiere, es un detalle. Como mujer ansío la igualdad de oportunidades, más que el espacio cedido forzosamente. No obstante, Teresa Berganza, Alicia de Larrocha y Victoria de los Ángeles fueron efectivamente grandes mujeres, músicas, personalidades, y que se las corone como «grandes» me parece justísimo.

-Teresa Berganza, además, fue una de sus profesoras. ¿Cómo la recuerda?

-La recuerdo luminosa, trabajadora, clara y llena de arte. La conocí con dieciocho años, cuando me concedieron una beca para estudiar con ella. Me transmitió sobre todo su fuerza y su valor, a través de una mirada siempre risueña pero rigurosa.

-¿En qué va a consistir su participación en este ciclo?

-Voy a ofrecer un programa compuesto por dos partes, en la primera haremos, conjuntamente con el pianista y autor Pedro Pardo, las 'Cinco Canciones Negras' del compositor catalán Xavier Montsalvatge, ciclo que Victoria ha cantado mucho, con un gusto sublime, y al que le tenía un especial cariño. En la segunda parte interpretaremos un ciclo de canciones titulado 'A ti' con poemas de Victoria y música de P. Pardo. Victoria amaba la poesía y fue otra manera que tuvo de expresar sus sentimientos. Se encontraron cuadernos con sus poesías, algo que nos contó que hacía desde muy jovencita y creímos que compartirlas ayudaría a entender más la dimensión y visión de Victoria. Las cantaremos con Pedro Pardo al piano y Ferrán Bardolet al violonchelo.

- ¿Cómo llegó usted a la música?

-A través de la voz. Anteriormente había tocado la guitarra y la trompeta, pero me plantee dedicarme a cantar a los trece años cuando interpreté por primera vez un aria de ópera. A partir de aquel momento no hice otra cosa. Cantar es lo que más amo en el mundo y sobre todo el placer de ponerle voz a un poema o a un personaje, en el caso de una ópera, hace que desee honrar y disfrutar cada pieza que hago.

-Además escribe poesía. ¿Qué significa para usted la poesía?

-Para mí significa desnudez, intimidad y también valentía. Es otra manera de contar lo incontable, de darle forma a lo que no la tiene, o sí, solo en mi mente y del que lee. Hasta hace poco había sido guardada un rincón oculto de mi vida. Cuando publiqué mi poemario 'Tierra mojada' lo hice porque creo en la revolución que genera la poesía, también el publicar un libro hoy en día. Es mi carta de fe en la humanidad. No me considero poeta, me considero amante de lo bello y de lo que me toca el corazón.

-¿En qué se inspira para sus versos?

-En las personas que amo, amé y los objetos que me transportan a ellas. La naturaleza atraviesa todo el libro, porque en la pulsión de vida se encuentra todo: la vida, la muerte, lo estanco, lo luminoso. El agua, una rama, una piedra para mí pueden abarcar todo el universo.