Victoria Civera amarra su obra en Santander

Sotoliva, no obstante, abrirá la nueva temporada en marzo y hasta mediados de junio con la exposición 'Hauntopolis', de Santiago Talavera, comisariada por Fernando Castro Flórez. Ya en otoño tendrá lugar la colectiva 'El agua arrastró a los dorados leones,' comisariada por Adonay Bermúdez, que aún no ha definido la nómina final de artistas que se implicarán en esta cita.

La histórica Nave Sotoliva, sitio clave también para entender la evolución de las propuestas de arte contemporáneo en Santander, pese a la irregularidad de su existencia, fue recuperada hace poco más de un año por la Autoridad Porturia. Inaugurada en 1990, fue durante un tiempo el mayor espacio expositivo diáfano de la ciudad con sus 250 m2 en su sala principal. Ha tenido una actividad intermitente (1990-1996) y (2008-2010), pero durante estos periodos fue lugar de cita de importantes colecciones de arte contemporáneo y artistas.

Tras un paréntesis de casi diez años, esta sala reanudó su actividad a partir de 2006, dedicando especial interés al coleccionismo privado de arte contemporáneo con dos muestras de producción propia. César Díaz, presidente de la Autoridad Portuaria, destaca que la institución sigue consolidando su apuesta por la Nave Sotoliva. Tras su reapertura en 2022 con motivo del 150 aniversario del Puerto, «vuelve a formar parte de la agenda cultural y expositiva de la ciudad, un lugar de culto para todos los aficionados al arte contemporáneo».

La programación de 2024 incluye variadas propuestas contemporáneas, con artistas y comisarios de reconocido prestigio, destacando la cita de Victoria Civera «por su especial vínculo con la actividad cultural portuaria». Pese a lo que cabría suponer, sus proyectos se relacionan en múltiples ocasiones con una idea, con una noción que se puede resumir en Silencio. Los más recientes: 'El tiempo es circular en el silencio', expuesto el pasado año en el Patio Herreriano. Museo de Arte Contemporáneo Español de Valladolid, comisariada por Javier Hontoria; y 'Ni la palabra ni el silencio'. Centro de Arte de Alcobendas, comisariada por Susi Blas.

Sin embargo el proyecto que está armando la artista para la Nave Sotoliva, tiene algo de «construcción, de potente arquitectura, de posicionamiento vital que enriquece todo lo que rodea su obra».

Cabe recordar que las dos exposiciones institucionales suyas en Santander han ido de la mano de la Autoridad Portuaria en 1986 y 1994. La amplitud de la Nave Sotoliva le permitirá ahora hacer una selección de piezas que reconocen la potencia de la obra última, grandes cuadros que tienen en la figura femenina su denominador común. La apertura de la temporada en Sotoliva estará centrada en 'Hauntopolis', de Santiago Talavera, una exposición que tuvo que ser suspendida justo antes de su inauguración en el Centro de Arte de Fuenlabrada en 2020, debido al confinamiento. Ahora se recupera el proyecto con una adaptación a la Nave Sotoliva, incluyendo obras que Talavera ha ido produciendo desde entonces.

'Hauntopolis' indaga en el dibujo, la música y la pintura como actos de visión y especulación sobre una de las metáforas culturales más universales: «La ciudad en un paisaje y comunidades imaginarios». Conformando una topografía en continuo crecimiento y movimiento, los escenarios imaginados quedan atravesados por presencias espectrales y nostalgia de un pasado que hubiera podido tomar otros caminos. Santiago Talavera, subraya el crítico y comisario Castro Flórez, «puede ser interpretado como un pintor (del tiempo) puntillista, capaz de atender a las rupturas y a las continuidades, desplegando un imaginario que cohesiona lo heterogéneo e incluso pulverizado». Sus paisajes, «entre paradisiacos y distópicos, evocadores de los excesos imaginarios de Brueghel o el Bosco, tienen algo de alegoría barroca, esto es, de escenificación de la tristeza, colocándonos como estupefactos espectadores frente al naufragio del mundo».

Finalmente, 'El agua arrastró a los dorados leones', título procedente de 'Las metamorfosis'de Ovidio, es la colectiva prevista en el tramo final de año. Teniendo en cuenta la idea de la exaltación estética de la ruina, se articula una exposición, apunta Adonay Bermúdez, sobre etapas o instantes de cambio o ruptura, una muestra que manifiesta la fragilidad o vulnerabilidad del ser humano y su entorno y que supone una defensa de la cicatriz, de ese rastro o grieta que ha sido generada en el 'presente' por hechos del pasado.