Viruca Yebra relata un episodio nazi en la Marbella de la jet set

'La última condesa nazi' es su segunda novela tras 'El fuego del flamboyán', una historia anclada en sus raíces gallegas y en muchos de sus recuerdos en los que hablaba de uno de aquellos indianos que volvía a su tierra tras hacer fortuna en Cuba. En su nuevo libro, que ha tardado cinco años en publicar, también retrata un viaje, el de Clotilde von Havel, una aristócrata alemana que tras una larga peripecia por varios países acaba en Marbella de la época dorada y, de la mano de su sobrino, un ex SS que no ha renunciado a ser nazi. «Mi protagonista no deja de ser una mujer normal que lucha por conseguir su felicidad y la de los suyos», explica.

Un personaje inventado, según explica, pero que cuenta una historia basada en hechos reales. «La base histórica de la novela es tan real como que personas de carne y hueso que vivieron en esa época me contaron sus vidas», según dice.

Una vida que le ha llevado a su autora a imbuirse en un buen número de libros de Historia en un arduo trabajo de documentación y en el que recorre, junto a los lectores, el Londres de posguerra y el Nueva York de mediados de los años cincuenta que imprime en la protagonista el glamur que le acompañará hasta su llegada a España. «Clotilde llega a Marbella en el año 63 y se encuentra con un pueblo que nada tenía que ver con la España de la época, en la que el nacionalcatolicismo y la pobreza se mantenían imperan a causa de la Dictadura. Pero ella halla un paraíso donde la sencillez va de la mano del saber estar y la clase, y donde la diversión, el deporte y el relax se conjugan en un mismo día».

Era, según señala, otro concepto de la vida social bien distinto al que existe actualmente. «Una época en la que el respeto era la máxima seguida por todos sin perder la originalidad» tal y como ella mismo pudo vivir durante los años en los que allí vivió y conoció a personajes como Alfonso de Hohenlohe, Ramón Areces, el conde Rudi o lugares como el Marbella Club, «donde empieza todo y que si no hubiera existido, probablemente Marbella no sería lo que es hoy día».

¿Y cómo mete a un nazi huido en todo este ambiente? «La novela se puede dividir en varias partes, la vida de la propia Clotilde y sus avatares para poder conseguir el estatus que tenía antes de la guerra y recuperar a sus hijos, esclarecer la muerte de su marido. También está toda la trama nazi. El personaje del sobrino de la condesa, de ideología nazi aunque no participara en la guerra, te acerca a esa mentalidad», señala.

«Yo no creo que Marbella fuera un gran refugio de nazis, aunque tras la guerra los que pudieron huyeron a distintos puntos de España, sobre todo a Madrid. Pero en el Sur también se instalaron unos cuantos que vivían aislados y estaban camuflados por distintas organizaciones y sin apenas trato entre ellos. Creo que pasaron bastante desapercibidos, pero también muchos judíos que perdieron a sus familias tuvieron que exiliarse tras la guerra y siempre me he preguntado qué pasaba después con todos ellos y cómo han conseguido rehacerse». Y todo ello se cuenta en 'La última condesa nazi', una narración de fácil lectura en la que el lector se sumerge en las vidas, con sus miserias y sus alegrías, de un grupo de personas que curó sus cicatrices del alma en el que para Viruca Yebra, «sigue siendo un paraíso».