Xarxa Teatre traza la simbología del Camino Lebaniego en Torrelavega

Conocen la zona. La veterana compañía valenciana ya estuvo aquí haciendo dos pregones durante la Patrona, espectáculos de calle por la ciudad con sus llamativas creaciones «Y también estuvimos en Potes haciendo la inauguración del Año Santo de la que guardamos un gran recuerdo y repetimos», dice Escamilla. El recuerdo es bueno en ambas direcciones, pues desde la Fundación Año Lebaniego les han elegido de nuevo para esta ocasión.

A partir de la «provocación artística», Xarxa se especializa en la fusión. Música y teatro, en medio mundo. «Hablamos de espectáculos de encargo, de eventos que se celebran una sola vez y a los que hay que dar cobertura, partiendo de nuestros 40 años de trayectoria y nos gusta imbuirnos del folclore de otra tierra y otras raíces».

En este caso, partían con una experiencia previa del mismo evento al que han querido dar su propia visión «de acuerdo al sentido de la celebración jubilar». El resultado es un concepto que consiste en «a través de los caminos, hacer el viaje», explica Escamilla. Un viaje que puede ser al interior de uno mismo y que ellos han realizado de manera simbólica al Año Jubilar. «De ahí que el espectáculo arranque con el montaje de un barco que es el que nos va a llevar, desde el Mar Cantábrico, a esos camino que nos acerquen a lugares emblemáticos».

Contarán en esta ocasión con exponentes del folclore local. La Sociedad Coral de Torrelavega, la Agrupación de Danzas 'Virgen de las Nieves' de Tanos, la Banda Municipal de Música de Torrelavega y los piteros Alfonso y Pedro se sumarán a la creación de Xarxa, aportando cada una de sus artes. «Jugamos a favor de corriente -explica- estamos hablando de raíces, vamos a lo auténtico». Y añade, respecto a ese folclore: «Podríamos plantearnos una baila de Ibio, pero es que la que ya está es genial y es la que toca».

Con la Banda de Música «sí que se podrá ver esa fusión de música valenciana y música cántabra», destaca. De hecho, diez intérpretes levantinos se unirán a las filas de los músicos locales. El Grupo de Danzas 'Virgen de las Nieves' hará, además de su repertorio habitual, un tema en el que participarán los actores de la compañía como si de una escena se tratase. La Sociedad Coral interpretará 'Viento del Norte', «que ha sido la canción, la letra, el poema, como me gustaría decir, que ha servido como motivador, que le ha dado forma a todo el espectáculo», detalla el director. «Al final se trata de rodearte de gente que te sitúa en el lugar adecuado y te aporta».

¿Es más fácil crear una historia propia o adaptar una que existe desde hace siglos? «Cuando te planteas crear un espectáculo, el folio siempre está en blanco -dice Escamilla- El universo, tu documentación, tu imaginación, están en la cabeza y a partir de ahí vas buscando las imágenes que te lleven a lo que estés pensando». A veces las encuentras en algo que ya existe y «a veces las tienes que reinventar». «Fácil no es», concluye. Y a pesar de todo, Xarxa lleva 40 años manteniendo esa vigencia creadora. «Te vas dando codazos a ti mismo y vas viendo lo que buscas, lo que encuentras».

Xarxa se gestó en 1983 y en aquella primera reunión iniciática, «nadie pensaba que íbamos a llegar tan lejos ni a recorrer el mundo». Todo lo conseguido es el resultado del trabajo. «Nos ha llevado el camino, que es de nuevo el símbolo del Año Jubilar -hila-. El camino es la aventura».

Un trabajo que, bien hecho, se entiende igual en Corea que en Almansa. «No tendría sentido de otra manera». Así evolucionaron hasta eliminar la palabra de los espectáculos, un proceso que lleva a concebir las cosas como lo hacen. «Ese es el tour de force que te va llevando y creando resultados». La palabra puede convertirse en instrumento, pero los símbolos pueden universalizarse. «La raíz es universal, lo auténtico, lo que viene de dentro lo es». Pone un ejemplo, de uno de sus espectáculos en el que de manera «muy vanguardista» recrean las fallas. «Para que esto lo entiendan en Canadá tienes que contarlo de una manera determinada, y si lo consigues, es que lo estás contando bien». La tradición se convierte en argumento para relatar una historia en torno a lo efímero del arte, que se comprende en cualquier parte.

El éxito mundial y el triunfo son asuntos distintos para Escamilla y su socio Manuel Vilanova, cofundador de Xarxa. «Triunfar es que hayan pensado en nuestra compañía para hacer esto después de haber venido en 2006. Significa que hemos dejado un poso, algo en la memoria», dice.

Vilanova definía los tiempos que corren como «preciolandia» y reivindicaba hace unos meses que «lo que hay que hacer es pagar a los artistas por su trabajo». «Efectivamente», reafirma Escamilla, aunque la realidad «me lleva al pesimismo», añade. Uno de sus objetivos en estas cuatro décadas era dignificar su trabajo. «Llegó un momento en que exigía unas mínimas condiciones de estancia» en los países que visitaban. El espectáculo es lo que prima y es innegociable; donde se necesita madera no puede haber barro, pero también estaban las necesidades de los profesionales. La crisis del 2008 y «la maldita pandemia», han hecho que las grandes compañías se atomicen y se dividan en compañías pequeñas. «Todos queremos trabajar, cada vez exiges menos y se precariza más. La situación no es la que debería ser».

Quienes circunden la iglesia de la Virgen Grande estas dos jornadas, se encontrarán un espectáculo «made in Xarxa», todo a lo grande; escenografía, sonido, luces, despliegue. Y además de todo lo físico, lo simbólico «Va a estar Cantabria, Torrelavega y el Año Santo».