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Seis representantes, tres medallas de oro y aún opciones de conseguir algo más, puesto que Lara Gómez disputa hoy la final de los 200 metros ... y Mohamed Attaoui, la de los 1.500. Este es el saldo provisional del atletismo cántabro en los Campeonatos de España en pista cubierta. La velocista ya ha cumplido con creces con su plaza en la final, aunque todo es posible en el atletismo, y el mediofondista es uno de los aspirantes al podio. Sería el cuarto para Cantabria, aunque el castreño Carlos Tobalina compite con licencia vasca. Este sábado se colgaron el oro al cuello Jenny Eghosa (triple salto), Pablo Martínez (altura) y el propio Tobalina (lanzamiento de peso).
Jenny Eghosa llegaba con muchas opciones de medalla. La castreña es una de las mayores promesas del salto español y al igual que Pablo Martínez trabaja además en la factoría de La Albericia a las órdenes de un auténtico forjador de campeones como Ramón Torralbo. De esas instalaciones salieron Ruth Beitia, que da ahora el nombre al complejo deportivo, su hermana Inma, precisamente quien presumía de un récord cántabro de triple que batió este mismo mes de febrero Eghosa, Héctor Sánchez y Saleta Fernández, una gallega que ahora entrena en Pamplona pero que echó muchas raíces en Santander, donde terminó incluso sus estudios universitarios, a las órdenes de Torralbo y siguiendo los consejos de Beitia.
Jennifer Osasere Eghosa, Jenny en el ámbito personal y en lo deportivo, se proclamó campeona de España de triple salto por primera vez en su carrera con una mejor marca de 13.44. Salvo en dos de sus intentos, uno nulo y otro de 12.94, siempre estuvo por encima de los trece metros: 13.15, 13.20, 13.44 y 13.37 en el último salto, cuando ya parecía virtual campeona. Por detrás de ella se quedó una histórica del atletismo español como Patricia Sarrapio, que a los cuarenta años y con dos Juegos Olímpicos y tres mundiales a la espalda dejaba el atletismo en casa. La madrileña se despidió con un mejor registro de 15.85 y una medalla de plata que le sirve de paso para desbancar a Ruth Beitia como la atleta española con más perseas en los Nacionales: 22, frente a las 21 de la santanderina. Bronce fue Naiara Estanga (FC Barcelona) con un salto de 12.68.
Llegaba con la mejor marca y no defraudó pese a los nervios. «Durante el concurso estaba insegura», reconocía una exultante Eghosa tras ganar su primer campeonato de España. «Después de calentar sentía mucha presión, la que me había puesto yo misma, y lo he notado mucho toda la competición». Fue Torralbo quien la transmitió calma: «Me ha cogido y me ha dicho: 'Estás en el Nacional; disfruta, salta como sabes y 'palante'. Me he tranquilizado y lo he notado».
Ahora pienta en descansar y en el aire libre. «Quiero ir a mítines, darme a conocer fuera y estar en el Campeonato de España absoluto. Y, a nivel de marcas, seguir mejorando. Ya estoy muy satisfecha con la temporada de invierno, porque estoy igualando las marcas que tenía el año pasado en verano; hoy estoy muy contenta», explicaba.
Aún le abruma pensar en los Juegos de París: «No sé si es posible, pero desde luego que por motivación, ganas y por cómo se entrena pueden ser un objetivo. Me gusta más pensar a corto plazo, pero por suerte estoy progresando», explica la triplista castreña, que cuenta no solo con el apoyo de Ramón Torralbo, sino de nada menos que Ruth Beitia.
Eghosa (Castro Urdiales, 11 de mayo de 1999) se había subido ya al podio de los Campeonatos de España al aire libre, en los que el año pasado se colgó una medalla de bronce, pero una lesión le impidió participar en el certamen en pista cubierta, de modo que esta es su primera victoria absoluta bajo techo. Nada menos que un oro para estrenarse. Sí acababa de ganar un encuentro y de batir el récord de Cantabria, un dato que se vuelve más significativo si se tiene en cuenta su longevidad y que estaba en manos de nada menos que otra campeona nacional como Inma Beitia.
Pese a que había competencia, el oro no era ninguna quimera para Eghosa. Llegaba con la mejor marca. Menos previsible era el de Pablo Martínez. No por potencial ni por ambición, sino porque en realidad es un decatleta. Un combinero, como le gusta autodenominarse, que aún en edad junior no se veía en absoluto como favorito. En este arranque de temporada el santanderino tampoco tenía un registro que destacara sobre manera, pero sí un más que respetable 2.10 –aunque la RFEA le daba 2.06– que le convenció para preparar el concurso. Demostró un excelente estado de forma y concentración sobre la pista del complejo de Gallur para superar el listón en 2.12 y hacerse con el título nacional.
Lo hizo en un concurso muy competido, puesto que lo que le dio el oro fue su salto de esos 2.12 en el primer intento. Carlos Rojas, gran favorito y a la postre subcampeón, y Alexis Sastre, bronce final, superaron la misma altura a la segunda, pero ninguno de los tres pudo rebasar el listón en el 2.15, con lo que la medalla de oro fue así para el cántabro del Atlético Numancia, relegando al saltador del Unicaja Jaén y a la tercera al del Playas de Castellón.
Un concurso impecable, sin un solo nulo hasta llegar a los 2.15, y su capacidad para batir su mejor marca del año dieron el título al cántabro. Con el segundo premio se quedó un Rojas que pese a llegar como principal favorito nunca se ha proclamado campeón nacional. Pero si algo se debe poner en valor sobre Martínez es su juventud –aún es sub 20– y el hecho de no preparar exclusivamente el salto de altura, centrado como está en el trabajo en las combinadas que le ocupará durante toda la temporada de verano, como volverá a ocurrir este año.
El otro representante montañés en la final de altura, David Bolado, cerró el concurso con un mejor salto de 1.95, bastante por debajo de su plusmarca personal y del año.
El nuevo campeón de España de saltro de altura es un combinero. Un santanderino que cuida especialmente esa disciplina, pero que se define como decatleta. Un discípulo de Ramón Torralbo que ayer «tenía la sonrisa de lado a lado de quien no se lo puede creer». Llegaba con una mejor marca del año de 2.10, aunque la FederaciónEspañola solo le había registrado un 2.06, y con ese mejor resultado llegaba en teoría al certamen. «Un bronce sí que podía plantearse, pero yo veía a Carlos Rojas como favorito». Hizo un concurso limpio: «Era lo que pretendía,llegar limpio al 2.12, porque así de paso hacía la mínima europea». Después le quedó esperar a que nadie saltara el 2.15. «No me imaginaba en absoluto este oro. Si soy sincero, hace unos meses ni esperaba estar en el campeonato absoluto de altura, pero tenía un 1.98, después un 2.06, un 2.10 y decidó venir».
De cara al verano, quiere preparar el decatlón, su gran especialidad y su meta para la temporada al aire libre. «Soy un combinero a tope, así que no creo que trabaje específicamente la altura para el aire libre, aunque también dependerá de cómo me vaya encontrando. No me pongo límites», explica.
El último en salir a la pista, y por lo tanto el último en colgarse la medalla, fue Carlos Tobalina. El castreño esperaba quizá unas marcas algo mejores, pero demostró que sigue siendo el gran dominador del foso. Se colocó ya líder en el primer lanzamiento pese a su discreto 18.81. En el segundo marcó un 19.83, pero no se le veía contento. Le sirvió sin embargo para seguir siempre como líder hasta que en el quinto lanzamiento pudo al fin sonreir a Víctor Rubio tras lanzar el peso a 20.03. Una marca, esta sí, que le ponía en bandeja el campeonato, aunque sin superar siquiera esta barrera psicológica también lo habría conseguido.
Ya es once veces campeón de España. Cinco al aire libre y, con la de ayer, seis en pista cubierta. Y eso que el del Barça acaba de salir de una lesión y ni siquiera estuvo en sus mejores marcas del año, las conseguidas en el Campeonato de España de clubes. El Europeo es ahora su siguiente meta, como los 21 metros.
En los 1.500 otro atleta del Piélagos, Mohamed Attaoui, vigente campeón de España sub23, se impuso en la tercera serie con un tiempo de 3.49.18 que le garantizó el pase a la final del domingo. La sorpresa fue la eliminación en la primera serie de Jesús Gómez, que llegaba con una plusmarca anual de 3.36.33 y se quedó fuera pesen a lo lento de la eliminatoria.
El cántabro buscará en la final de este domingo una medalla. Desde la consciencia de que el oro está muy caro, pero el vigente bicampeón sub 23 tras renovar la semana pasada su tñitulo de 2022, tiene muchas opciones de podio, como se demostró con su buen rendimiento en su serie, a pesar de que la carrera fuera lenta.
Por ultimo, Lara Gómez, que el viernes ya ofreció un buen nivel para superar la primera ronda clasificatoria de los 200 metros por tiempos, volvió a ofrecer un aran rendimiento en semifinales. La del Piélagos fue tercera en su serie con una marca de 24.46 que le sirvió para batir por segunda vez en una semana el récord de Cantabria y clasificarse por tiempos para la final. La corraliega buscara ahora la mejor posición posible, pero ocurra lo que ocurra ya ha completado una competición brillante.
Cantabria está así en disposición de sumar un nuevo metal, aunque sea difícil que se refleje en el medallero autonómico por la filiación de Tobalibna, pero sean tres o sean cuatro las preseas, los de Gallur ya han sido uno de los mejores nacionales de la historia del atletismo montañés. Y todavía resta la jornada del domingo.
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