Una carrera y dos versiones

El Medio Maratón Las Galletas cumplía su vigésimo sexta edición. Más de 2.400 atletas se daban cita en Arona para participar en las tres distancias que ofrecía la prueba: cinco kilómetros, 10,8 kilómetros y la media maratón. Una competición enmarcada en el calendario oficial de carreras de la Federación Española de Atletismo y que posee el nivel 2 internacional. «Eso significa que una de las cosas que hay que hacer es control antidopaje», señalan fuentes de la organización de la carrera tinerfeña. «Nosotros contratamos el servicio de la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte. Y el control se hace a los primeros clasificados, en las categorías masculina y femenina, y luego de forma aleatoria a otros atletas. Cuando acaba la competición, los jueces nos dicen a quién se debe hacer un control. El informe de los doctores sobre los atletas que se han presentado para el control antidopaje es obligatorio para acceder al premio en metálico y recoger el trofeo».

En el momento en el que Redouan Nouini cruza la línea de meta como primer clasificado es cuando empiezan a diferir las versiones. «El marroquí no se presentó a dar la muestra», apunta la organización. Mientras, el atleta, que apenas habla español, afirma que tras entrar en la línea de llegada y sentarse pocos metros después, «nadie me dijo nada cuando entré. Nadie me habló de la prueba de dopaje. Fui a cambiarme de ropa, esperando los premios». Algo que no hubiese podido hacer sin esa certificación de los doctores de que había pasado el preceptivo control antidopaje como ganador de la media maratón. En la carrera, el premio para el ganador eran 750 euros y un trofeo.

Nouini, ganador de la media maratón de Santander en 2022, es musulmán y la prueba coincidía en pleno Ramadán. Seguir ese precepto impide beber durante el día y tras el esfuerzo de correr una media maratón a ese ritmo y con el calor que hacía, sufrió un mareo, según ha explicado el propio atleta. Por este vahído, Nouini fue trasladado por una unidad de servicio vital básico al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife. Se le diagnostica, según consta en los partes médicos, un «mal estado general» y se le recomienda como tratamiento «una hidratación adecuada y un control por su médico de atención primaria».

Las sospechas de dopaje sobre Nouini por haberse saltado un control no tardaron en aparecer. El tercer clasificado en la carrera, el aragonés Alberto Puyuelo, señalaba en su perfil de Instagram que «el primer clasificado se ha escapado corriendo y ni ha pasado el control ni ha recogido los premios. Una pena que no corramos tod@s en las mismas condiciones».

Desde la carrera canaria se quiere mantener la prudencia y no se menciona la palabra dopaje en ningún momento. Y aguardan la decisión del organismo competente. «Estamos a la espera de que la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte nos haga llegar ese informe. Ellos nos darán la pauta para decidir si es el ganador o no». A falta de que Redouan Nouini pueda alegar, el panorama no es alentador, ya que se podría enfrentar a una sanción de hasta cuatro años sin competir por eludir un control.

Desde el Construcciones Cárcoba Ribamontán al Mar, a la vez que se está a la espera de «aclaraciones y transparencia» en este caso, se aprovecha para «condenar este tipo de conductas y todo tipo de dopaje, que cada día hay más, y no tienen cabida en el deporte».