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Pablo Delgado Sancha (Santander. 2003) fue el primer sorprendido de su título de campeón de España de triple salto en pista cubierta. Las lesiones le ... habían lastrado y fue a Antequera «un poco a la aventura». Bingo. Su primer salto, de 15,25 metros fue suficiente, para colgarse el oro. Ramón Torralbo supo dosificarle los últimos meses para utilizar su única bala «en el campeonato, todo o nada».
–Campeón de España. El premio gordo ¿Se esperaba llevarse el oro?
–Realmente es una sorpresa. Puede parecer extraño lo que digo, pero es que es así. Había tenido lesiones de rodilla y tobillo durante los últimos meses y no sabía cómo podía responder. No había podido saltar de verdad en los entrenamientos e iba un poco a la aventura, así que no sé...
–Pensaba que lo podía hacer bien ¿Pero tanto?
–Pues la verdad es que iba un poco a ver qué salía. Tenía mucha motivación porque para mí un campeonato de España siempre es algo muy grande e ilusionante. Hicimos todo lo mejor posible, pero cuando empezó la competición poco a poco me fui motivando y entre los participantes nos fuimos picando y salió todo mejor de lo esperado.
–¿Cuándo empezó a creerse que podía ser campeón? ¿Cómo fue la competición?
–Sabía que el primer salto, de 15, 25 metros, había sido muy bueno y con él tenía posibilidades de todo, pero estaba claro que iba a ser difícil. El nivel es muy alto y nos conocemos todos, porque siempre estamos los mismos en los campeonatos y sabía que iban a saltar mucho también ellos. El último salto lo hice sin presión, sabiendo que con el primero ya había cumplido y salté 14,95 metros.
–Cogió c confianza y luego ya no lo pararon...
–Cada salto iba a más. Como no tenía claro cómo iba a responder, a medida que iba pasando el campeonato me iba sintiendo mejor e iba cogiendo confianza. Así que pronto activé el modo competición y adelante. Estoy muy contento del resultado. El objetivo era colgarme una medalla, pero ser campeón... Siempre sueñas con ello pero luego influyen tantas cosa que es muy difícil.
–Y precisamente este año en el que le ha tocado sufrir, ¿cómo ha sido su preparación?
–Realmente ha sido un año raro. Empecé con problemas a mediados de octubre. Tenía molestias en una rodilla y no acaba de estar bien. Ya en noviembre poco a poco mejoré, pero tuve que estar parado casi un mes. En enero iba bien y de repente sentí un pinchazo en el tobillo y otra vez a parar. No podía saltar. Los físios intentaron recuperarme, pero no lo conseguía del todo. Así que en estas circunstancias, Ramón –Torralbo, su entrenador– decidió que no íbamos a arriesgar. Entrenamos procurando no forzar más de la cuenta;había movimientos en el salto que no podía hacer y que preferimos no hacerlos. Me protegí para arriesgar sólo en el campeonato y salió bien.
–La preparación más difícil y el mejor campeonato.
–El deporte es así. Yo nunca había tenido lesiones.Está claro que cuanto más entrenas tienes más posibilidades de cargarte, de exigirte y de lesionarte.
–¿Cómo afectan las lesiones que tuvo a la prueba del triple salto?
–El triple salto es una prueba muy dura que exige hacerlo todo muy bien. Son tres saltos que obligan a una exigencia muscular muy alta, a no fallar y a tener una minuciosidad técnica muy alta. Estando lesionado es muy difícil todo porque bajas el nivel de una manera alarmante, pero son cosas que pasan y que hay que saber contar con ellas. Se trata de sobreponerse como se pueda.
–Y ahora qué... ¿Preparará los demás campeonatos con tantos parones o seguirá con el método tradicional?
–No cabe la menor duda de que ha sido todo novedoso. Para mí ha sido la primera medalla en pista cubierta. Siempre llegaba bien a las competiciones, pero al final nunca hacia un salto de medalla. Hacía buenos saltos, pero o no daba la talla o eran nulos. Esta vez ha salido bien y eso que el año de entrenamiento fue como fue. Las cosas viene como vienen.
–¿Cuál es su próximo objetivo?
–Descansar y recuperarme.Ese es mi verdadero objetivo. Luego pues ya pensaré en el Campeonato de España al aire libre y después en el Europeo, a finales del mes de junio, que se celebra en Tallín (Estonia) y que para mí sería la primera competición continental. Pero ya digo que ahora quiero disfrutar de esto y recuperarme.
–¿Quién es para usted Ramón Torralbo?
–Sin Ramón no sé realmente qué estaría haciendo yo. Seguro que saltando no. Es el mejor entrenador del mundo, campeón olímpico, y un lujo para nosotros. Sabe perfectamente lo que piensas, lo que necesitas, sabe cómo motivarte y sacar lo mejor de ti. El sabe lo que tiene que darte cuando necesitas confianza y cuando hay que frenarte para sacar lo mejor. Es un placer tenerle cerca.
–¿Por qué eligió el triple salto?
–Realmente fue algo curioso. A mí me gustaba la velocidad y un día fui a saltar. Probé con la longitud y me dijo mi entrenador que lo intentara con el triple salto. Lo hice y no me gustó nada. Si saltas mucho en el primero, luego en el segundo y el tercer salto te puedes hacer daño. Hay que saber equilibrar el salto. A los doce años ya empecé a sentir más atracción por el triple salto y por el grupo de Ramón. Empecé a compaginar la longitud con el triple pero sí es cierto que la prueba del triple es más complicada y a mí me gusta mucho lo difícil.
–Además de saltar, ¿a qué dedica su tiempo?
–La prioridad es estudiar. Actualmente estoy en segundo de bachillerato y los días son muy parecidos. Me levanto a las 7.00 horas, después de dormir cinco horas, y me voy al instituto. Quiero estudiar porque el atletismo no creo que me dé de comer. Después de salir del instituto, a comer y alrededor de las 17.00 horas me voy a entrenar hasta las 21.00. Cuando llego a estudiar y así casi todos los días.
Ramón Torralbo
«Tuvimos que bajar la intensidad y proteger la zona dañada porque corríamos el riesgo de no ir al Campeonato», asegura su entrenador, Ramón Torralbo, artífice –en su justa medida– del éxito de Pablo. «Pensábamos luchar por las medallas pero ha salido todo bien», añade. El exitoso técnico destaca «el grupo y el talento que hay en Cantabria». «Hay chicos muy interesantes». Torralbo no quiere olvidarse de otros, «como de Jorge García, subcampeón de España de 60 metros vallas». El entrenador pide «paciencia», pero se muestra ilusionado con «el talento y las ganas de muchos de los jóvenes».
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