Mohamed Attaoui | Atleta

«Dicen que me quedaré con 1.42.04 el resto de mi vida y yo digo que no»

Aquel ya lejano 10 de agosto, en el que disputaba la final de los Juegos, significó casi el punto y final de una temporada agotadora. Poco más corrió Attaoui y ahora, en noviembre, ya está en los quehaceres de cualquier atleta de élite. Preparando ya con mimo lo que viene en 2025. Ya ha pasado tiempo para valorar lo conseguido. Aunque lo ha asimilado «poco a poco», reconoce. «Porque muchas veces me paro y me digo a mí mismo: 'subcampeón de Europa, en la final de los Juegos, 1.42.04 de marca...' Y todo esto en unos pocos meses. Y me quedo flipado», señala entre risas. Reconoce que en este año que ya termina ha conseguido «más de lo que podía esperar». Pero el atletismo suele 'envenenar' y mucho a quienes lo practican, da igual el nivel. Y una marca no es más que la referencia para superarla. Así que Attaoui no firma repetir logros similares en 2025. «Yo quiero mejorarlos».

El subcampeonato de Europa, el oro en el Campeonato de España, el quinto puesto en los Juegos... Todo eso ilumina un 2024 de ensueño. Pero la marca conseguida el 12 de julio en Mónaco quizá sea el gran logro. 1.42.04, más de dos segundos -y eso en los 800 es una burrada- sobre su mejor registro hasta ese día, 1.44. 35. Attaoui trituró en el estadio Luis II el récord de España de Saúl Ordóñez, 1.43.65. Por eso da la impresión de que el torrelaveguense se ha 'saltado' varios cursos. Pero Attaoui no cree que haya puesto el listón demasiado alto. «¿Miedo a no rebajar la marca? No. Me quiero superar año tras año». El torrelaveguense destrozó el récord de España con 22 años, «mientras que Saúl Ordóñez lo hizo con 25», aludiendo a que tiene aún muchos años por delante. «Me dicen que me voy a quedar con esos 1.42.04 el resto de mi vida. Y yo digo que no. Si te metes en la cabeza que vas a mejorar, lo puedes conseguir».

Y tal como se están 'pinando' los bolos en los 800 metros, da la impresión de que Mohamed Attaoui va a tener que correr más rápido de lo que lo hizo en Mónaco si quiere sentarse a la mesa de los grandes de la distancia. El '8' está subiendo de nivel como la espuma. El cántabro hizo en la final de los Juegos 1.42.08, su segunda mejor marca de siempre, y fue... quinto. Los cuatro anteriores, en 1.41. Hasta ya se habla de lo que hasta hace poco era impensable, derribar esa brutalidad de récord del mundo, 1.40.91, que tiene el keniano David Rudisha desde los Juegos de Londres de 2012.

«El nivel del 800 está altísimo», comenta el torrelaveguense. «Y yo quiero estar en ese nivel. Si quiero apuntar a medalla en los Juegos de Los Ángeles, en 2028, tengo que correr más. En esos 1.41 ya se está corriendo varias veces y veo que hay que estar ahí». Para no dormirse, es buena la enorme competencia que hay en España en la distancia. «Gente como Mariano García o Adrián Ben ya se han quedado fuera de competiciones importantes. Y lo mismo sucede en Estados Unidos, Francia... Decían que el '8' estaba un poco estancado, pero desde Mónaco...».

Pero Attaoui rebosa confianza. «Se puede correr en 1.41». Porque tras un año en la estructura del On Athletics, el margen de mejora del torrelaveguense «aún es mucho», apunta. El teléfono de Attaoui empieza a mostrar un sinfín de gráficos que él explica, para concretar en lo que hay que hacer para correr más rápido. «Debo mejorar en la salida, porque siempre salgo el último. Todos me pasan por el interior». También es mejorable el trabajo en el gimnasio, «el descanso», añade entre risas. Su entrenador, Thomas Dreissigacker, lo ha sintetizado en una cosa. «Organización del día. Me dice que con eso voy a mejorar mucho».

A mediados de mes, Attaoui se irá a Dullstroom, en Sudáfrica. La base de entrenamiento de su club en la temporada invernal. Un mes completo, para regresar en Navidades y volver a retornar a Sudáfrica en enero de un 2025 con tres citas marcadas en el calendario. «En febrero es el Campeonato de Europa en pista cubierta, en Apeldoorn (Países Bajos). Y a finales de marzo es el Mundial, en Nankín (China)», destaca Attaoui sobre el curso bajo techo. La gran competición de la temporada al aire libre será a mediados del mes de septiembre, con el Mundial que se celebrará en Tokio, la capital de Japón.

Para prepararlo todo, a Sudáfrica y Saint Moritz, en Suiza -la sede veraniega del equipo- se unirá también Castellón como tercera sede. El torrelaveguense casi ni se aguanta. «Es que para la pista cubierta voy a llegar mejor incluso que a los Juegos de París». Tras un 2024 para el recuerdo, Attaoui quiere más en 2025 y asentarse entre la élite mundial de los 800 metros. Hasta que llegue ese momento, en la pista de Sniace es uno más. El de siempre. El que, educadamente, lleva la taza y el plato a la barra con una sonrisa antes de que uno de los mejores atletas del mundo comience el entrenamiento.