Doble doblete del Piélagos en Cueto

Fue, eso sí, un buen día para el eterno dominador del cross cántabros, el Piélagos, que firmó un doble doblete, puesto que a las victorias de Ruiz y Laso se unieron los segundos puestos de Adrián Rodríguez y Eryka Kazimierczak, con lo que los dos podios absolutos, masculino y femenino, tuvieron a deportistas del equipo azul en sus dos primeras posiciones.

Con el barro y el viento como protagonistas cuando la lluvia daba un poco de tregua, la carrera femenina nació rota, con Reyes Laso marchándose en los primeros minutos para convertirse en inalcanzable. Su estrategia era destacarse desde el principio y le salió bien, demostrando que era la más fuerte entre la escasa participación en la categoría.

Belén Pérez trató de responder al primer ataque de Laso y se mantuvo después cerca de ella, intentando enlazar para disputarle la carrera, pero no lo consiguió. Al contrario, fue perdiendo posiciones víctima del esfuerzo de haber intentado seguir el ritmo de Laso y vio cómo la iban superando progresivamente para quedarse lejos del podio final.

La primera en aprovechar su desfallecimiento fue la sueca afincada en Cantabria Kazimierczak, que se consolidó así en una segunda plaza que ya no iba a abandonar. Por detrás, a su ritmo y sin cebarse, la seguían Merche Palacios y su compañera de equipo María Marín, que tras superar a Pérez se jugaban así la tercera plaza en un mano a mano que al final se llevó la veterana Palacios. A sus 51 años conseguía subir de nuevo al podio a 38 segundos de la ganadora.

También se rompió pronto la carrera masculina, en la que Roberto Ruiz fue el dominador, aunque con una renta sensiblemente menor que la que consiguió Laso en la competición femenina. Ya poco después de darse la salida, el del Piélagos se puso por delante en lo que parece difícil decidir si fue un ataque o un ritmo que nadie conseguía seguir, descolgando así a sus adversarios.

El caso es que Ruiz logró marcharse brevemente solo, pero poco después veía cómo enlazaban con él Adrián Rodríguez y Ricardo Lanza para formar un grupo que se consolidó durante una fase de la carrera, comandando el cross y dejando claro que, salvo catástrofe o desfallecimiento, iban a ser los tres inquilinos del podio final.

Así ocurrió, pero el reparto no fue proporcional, porque un segundo ataque de Roberto Ruiz no tuvo ya respuesta, permitiendo que el a la postre ganador se marchara de nuevo en solitario, esta vez de forma definitiva.

Y así, desafiando al barro y a un terreno cada vez más encharcado y complicado, se fue en solitario hacia la victoria sin que sus perseguidores tuvieran ya opciones de neutralizarle. Intentó responder Rodríguez, mientras que Lanza comprobó pronto que no tenía piernas para ello. Lo asumieron los dos y comenzaron entonces su estrategia para buscar la segunda plaza. Por detrás, José Ramón Amezqueta comandaba un pequeño grupo, pero demasiado lejos para enlazar con las duras condiciones de tiempo y un viento cortante que ejercía como muro.

Al final, Roberto Ruiz se hacía con el triunfo, por delante de Adrián Rodríguez y Ricardo Lanza, mientras que Amezqueta alcanzaba el cuarto puesto con menos comodidad de lo que cabía esperar a media competición.

Pese a las ausencias, que llevaron incluso a que algunas de las categorías quedaran desiertas, los atletas de la base respondieron, con muchos niños y niñas decididos a competir pese al frío y el agua, en especial los sub doce, que tuvieron que hacerlo bajo el granizo.