
Ver 7 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 7 fotos
Un kilómetro. El último. El que va del nueve al diez. El exatleta Juan Carlos Higuero, uno de los encargado del streaming de los 10 ... Kilómetros de Laredo, se desgañita. Ojo que hay posibilidades de récord del mundo. El etíope Yomif Kejelcha, un prodigio humano de 1,86 nacido para el atletismo, pasa por ese límite en 23.44. Quedan dos minutos y 39 segundos para hacer 26.23, lo que sería un nuevo récord mundial. Parece posible... Y probable. Pero, cosas de esto del atletismo y de galopar durante nueve kilómetros a una velocidad de casi 23 a la hora –quien no sea un experto ciclista, que pruebe a pedalear a ese ritmo para así darse cuenta–, al etíope se le acabó la gasolina. En meta, 26.37. A 14 segundos de establecer una nueva plusmarca mundial. Dicho así suena a poco, como que la carrera de Laredo no pudo conseguir su gran objetivo. Pero es la tercera mejor marca mundial de todos los tiempos. Por detrás de los 26.24 que campean en todo lo alto del keniano Rhonex Kipruto (en Valencia en 2020) y de los 26.33 de otro etíope, Berihu Aregawi, en 2023 en... Laredo. La villa pejina atesora dos de las tres mejores marcas de siempre en 10 kilómetros en ruta. Ya solo falta la guinda. La mejor. Y solo será cuestión de tiempo que caiga.
En la vigésimo primera edición de los 10 Kilómetros de Laredo ya se puede apreciar una cosa que llena de alegría a cualquier aficionado al atletismo. Laredo se vuelca con la carrera. Ya no es una cosa a la que acercarse a ver qué es, a algo en lo que hay carpas y suena música. Se oye hablar de atletismo, desde tres horas antes ya hay un ambientazo... Y eso solo augura cosas la mar de positivas de cara al futuro. Además, si en 2023 la meteorología no se había portado del todo bien, en esta edición la cosa fue rodada. Uno de esos días que aparece en la definición de diccionario de la Real Academia como 'perfecto para correr'. Nublado, sin una brizna de viento –sobre las tres y media soplaba un pelín de nordeste, pero luego paró–, una temperatura de lo más agradable. Si acaso, algún atleta consideraba que hacía un poco de calor con todo el esfuerzo.
La fiesta empezaba poco antes de las cuatro de la tarde. A esa hora, calentaban por las interminables rectas del recorrido los 1.700 atletas de la prueba 'popular'. Los que tenían marcas superiores a los 40 minutos, aunque también había muchos que, con un registro inferior, preferían no disputar la posterior carrera con los gallos. La prueba dejaba registros desde poco por encima de la media hora, hasta atletas bastante por encima de la hora. Cada uno con su particular motivación. Bastantes de ellos, procedentes de fuera de Cantabria, porque Laredo se ha convertido en el lugar de referencia para hacer la mejor marca de uno mismo en los 10 kilómetros.
Pero el plato fuerte venía a partir de las 18.00 horas. En la prueba que reunía a los 1.250 atletas con marca acreditada por debajo de los 40 minutos. Y entre ellos, un doble plusmarquista mundial –en 5.000 y 10.000 en pista–, además de campeón y subcampeón olímpico vigente en esas distancias. El ugandés Joshua Cheptegei tenía el dorsal '1'. Y en teoría, 'patas' suficientes –su récord de 10.000 es 26.11.00– para rebajar el récord de la distancia en ruta. Pero el campeón ya dijo días antes que eso del récord iba a estar difícil. Que era su primera carrera del año y que su objetivo primordial era bajar de los 27 minutos, para así abrochar la mínima olímpica –como novedad para París 2024 valen los tiempos en ruta– en los 10.000.
Así las cosas, el favoritismo recaía en el etíope Yomif Kejelcha. Plata mundial en 10.000 en Doha 2019. Junto a él, otro etíope, Addisu Yihune, que con 27.56 en diez kilómetros en ruta iba a hacer de liebre para Kejelcha. El cuarto en discordia era el keniano Hillary Kipchirchir.
El primer kilómetro daba ya esperanzas a los aficionados que abarrotaban la Avenida de Cantabria. Los cuatro favoritos, junto a otro ugandés, Naman Kipyego, volaban a 2.38. El ritmo exacto para demoler el récord de Rhonex Kipruto. Desde el segundo kilómetro, ya se empezaba a ver la fractura en la carrera. Kejelcha y Yihune ponían unos metros de distancia con Cheptegei, Kipchirchir y Kipyego. La pose de Kejelcha era simplemente perfecta. Espalda estirada, zancada amplia, talones casi tocando los glúteos... Para estudiarla en todas las escuelas de atletismo.
El ritmo que imponía era demasiado incluso para su compañero de fatigas. Así que en el kilómetro cuatro, Yomif Kejelcha decidió emprender la aventura en solitario. Al igual que hizo en 2023 Aregawi, solo que este lo hizo mucho antes –tras solo un kilómetro–. Aún así, faltaban seis kilómetros para el final de la prueba. Quizá demasiado para hacerla en solitario y rebajar esos 26.24 ya de lo más familiares en Laredo.
Kejelcha pasaba el ecuador de la prueba en 13.11. La proyección no era mala, porque estaba en ritmo de plusmarca mundial. Por detrás, un Joshua Cheptegei que corría de la forma más inteligente posible. Si su estado de forma no le permitía competir con Kejelcha por la victoria, seguir su paso a unos cuantos metros le aseguraba ese objetivo de mínima olímpica. En algunas ocasiones no se le veía lejos, aunque nunca con intención de enjugar la diferencia con el espigado etíope.
Y así llegó la última referencia. Esos 23.44 en el kilómetro nueve. Había dos minutos y 39 segundos de margen. Y Kejelcha había hecho esos nueve kilómetros a un ritmo de 2.38. Por poco, pero la cuenta salía.
Pero el último kilómetro se le atragantó un poco al etíope. Según Kejelcha enfilaba la última recta, el reloj volvía a privar a la villa pejina de una plusmarca mundial. Los 26.37 del etíope eran incluso más que los 26.33 de Aregawi del año pasado. Por detrás, Cheptegei sí cumplía su objetivo. Segundo con 26.53. Directo a París para correr en los 10.000 metros.
En la categoría femenina, la alemana Konstanze Klosterhalfen también venía a por mínima olímpica (30.40). Pero el último kilómetro se le hizo un mundo a la alemana, que venció con 31.07. La keniana Purity Kajuju fue segunda (31.24) y la española Irene Sánchez-Escribano, tercera con 31.35, a doce segundos del récord de España que Paula Herrero estableció en 2023 en Laredo. Una villa pejina que ya descuenta los días para la edición de 2025. Porque, tal y como se suceden las carreras en los 10 Kilómetros, las palabras 'Laredo' y 'récord del mundo' no tardarán mucho en ir juntas en la misma frase.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.