Secciones
Servicios
Destacamos
Apenas disfruta de unos días de vacaciones. Lo que tarde en llegar el próximo lunes, cuando empezará su cuarto curso de Educación Social. Y a la vez, empezará primero de Psicología por la UNED. A Valvanuz Cañizo (Santander, 1996), le va lo de estar ocupada ... en varias cosas a la vez. Su actual especialidad en el atletismo va de eso. De siete disciplinas. El héptatlon le deparó el pasado fin de semana una medalla de plata en un Nacional absoluto. Su primera gran presea en un Campeonato de España del más alto nivel. Sus 5.495 puntos sólo fueron superados por los 5.615 de la favorita y plusmarquista nacional, María Vicente. La marca de Valvanuz Cañizo tampoco se quedó muy lejos de los 5.519 puntos que tiene como mejor registro en las siete pruebas, en una progresión que no tiene freno.
La medalla de plata llegó tras un año que ha sido lo más parecido a una montaña rusa. «Hice una muy buena temporada en pista cubierta», señala la atleta del Bidezábal. «En un Campeonato de España de federaciones al que fui como invitada hice 5.260 puntos. Pero en el mes de junio me lesioné en el tobillo derecho». Y para Valvanuz Cañizo ese es el bueno, el del salto. Poco antes del Campeonato de España en La Nucía, hizo un concurso de altura en Los Corrales. «No sabía», añade. Hasta la semana pasada no entrenó una de las pruebas del héptatlon. «Y llegó el Campeonato de España y salté 1,81 en altura la mejor marca de las atletas que optábamos al título». A pesar de esa lesión en junio, Cañizo era ambiciosa en La Nucía. «Yo no me veía mal. El objetivo era llevarme la plata. Y el oro no estuvo tan lejos».
Esa prueba es «en la que mejor voy» de las siete, reconoce Cañizo. No en vano, ha participado en el concurso de altura del Campeonato de España con una cuarta plaza como mejor resultado. «Tengo muy bien la carrera de los 800 metros y en las dos pruebas de velocidad -100 vallas y 200 lisos- estoy capacitada para hacer más», apunta. Donde hay más margen de mejora es en las dos pruebas de lanzamientos, la jabalina y el peso. «Mi constitución no es la mejor», reconoce. A la hora de lanzar la bola, «soy consciente de que estoy nerviosa». En jabalina se ve con más opciones. «Tengo 36 metros como mejor marca. Creo que puedo llegar a 40».
Preparar una prueba como el héptatlon hace que los entrenamientos de Cañizo en León, donde lleva ya cuatro años, sean de lo más variado. Un lunes puede haber algo de carrera de fondo, «pero lo justo para no perder velocidad», y preparación de una prueba de lanzamiento. «Y al día siguiente salto de altura, sesión en el gimnasio y otra prueba de lanzamiento», añade la heptatleta cántabra. Las sensaciones hacen también que en ocasiones no se entrene determinada prueba. «Es mejor no hacerlo que hacerlo mal, porque esos errores se llevan luego a la competición».
La temporada, en cuanto a competiciones importantes, ya ha terminado para Valvanuz Cañizo. Y ya estudia el calendario de 2020. La gran cita del próximo año son los Juegos de Tokio. «Pero eso es difícil. Hay que tener muchas cosas a favor. Y dedicarse al atletismo al 100%, algo que no puedo hacer. Tengo que estudiar y prepararme para más allá de mi vida deportiva». Con la camiseta de España, participar en un Europeo «sí es un sueño realista». Sería otro gran campeonato que finalizaría como todos los de combinadas, como se llama a este tipo de pruebas, y como concluyó el Campeonato de España, con todas las atletas abrazándose y saludando al público. «Son muchas horas juntas. Por ejemplo, en España compartimos concentraciones. Este verano hemos estado una semana en Tenerife. Nos tenemos cariño. Y sufrimos tanto... Por eso, aunque rivales, nos alegramos de que a las demás les salgan las cosas bien», concluye Valvanuz Cañizo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.