Solidaridad y superación detrás de los dorsales de la Carrera de la Mujer

Detrás de cada dorsal hay una historia. ¿Qué mueve a los ciudadanos a participar en la Carrera de la Mujer de El Diario? Solidaridad y concienciación. Y esto es algo que se va a dejar ver el domingo 6 a partir de las 11.30 horas por las calles de Santander, cuando la gran marea fucsia recorra cuatro kilómetros y medio por el centro de la ciudad. Solidaridad porque parte de lo recaudado con la venta de los dorsales se destinará a la asociación Cavas, cuya labor consiste en asistir a víctimas de agresiones sexuales y prevenir el maltrato infantil. Y concienciación porque los participantes se esforzarán por cruzar la línea de meta visibilizando la necesidad de igualdad entre ambos sexos.

Los dorsales 965, 966 y 967 pertenecen a la familia Díez-Cruz. Sonia, que acaba de cumplir once años, se muestra «muy ilusionada» por poder participar en la prueba junto a sus padres, Silvia y Antonio, este último en silla de ruedas tras haber sido operado hace poco más de dos semanas. «Me parece muy bueno hacer deporte y colaborar, porque somos todos iguales», reivindica la joven antes de un día «especial» por tener que llevar a su padre en la silla de ruedas. Le atropellaron hace seis meses cuando iba en bici. «Nos apuntamos antes de saber la fecha de la operación, pero vamos a hacer la carrera los tres juntos», explica animado. «No he pensado cómo voy a pasar la meta. Igual hasta esprinto», bromea. Junto a él, su hija recuerda que antes ya participaban en este tipo de carreras. «Así vamos metiendo un poco a la niña en el deporte y también, por qué no, en los valores de igualdad de la mujer. Es una doble oportunidad», acota el padre.

Participar en la Carrera de la Mujer, organizada por El Diario Montañés, es mucho más que hacer deporte. «Hacer ejercicio va más allá de tener un buen aspecto físico, ayuda a nivel físico y psicológico. Es una forma de supervivencia», indica sujetando el dorsal 78 Olga Peláez, amiga de Marta Purón, con el número 79. Correrán junto a la hermana de esta última, Beatriz. «El cambio se construye desde la gente joven. Hay que concienciar sobre asuntos como los malos tratos, el micromachismo y las enfermedades que afectan de manera especial a las mujeres», relata Olga, quien, como Marta, ha superado un cáncer de mama.

«Las mujeres nos tenemos que apoyar entre nosotras. Tenemos una fuerza brutal. Somos creativas y fuertes y podemos salir de todo», asegura Marta, que conoció a Olga en clases de tiro con arco para recuperar la movilidad en el brazo precisamente tras las operaciones de mama. «Las mujeres somos increíbles», finaliza Marta. Los interesados en unirse a la gran marea fucsia pueden inscribirse hasta el sábado en la web carreradelamujer.eldiariomontanes.es.

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