El Fenerbahçe arrasa en el segundo partido

El Madrid aguantó en el partido tres minutos (8-8). Gracias al acierto en el triple de Rudy Fernández y Felipe Reyes, mientras que por parte del Fenerbahce fue Luigi Datome el encargado de abrir la lata anotadora para su equipo.

En el siguiente parcial de poco más de dos minutos el equipo español comenzó a cavar su fosa con un parcial en contra de 13-0 (21-8, min. 5.15).

El Fenerbahce hizo y deshizo a su antojo. Robó balones, contraatacó, Ekpe Udo sembró el terror bajo los aros, y martilleó el aro madridista una y otra vez desde el exterior. El Madrid, sin ideas, sin fuerza, sin poder de reacción, casi presenció atónito cómo la vida (el partido) se le escapaba de entre las manos.

El primer cuarto acabó con 27-14. En la continuación no mejoraron las cosas, al contrario. Y en el minuto 12 el partido ya estaba perdido con un 34-14 en el marcador. ¡Veinte puntos de diferencia! en el peor partido del Real Madrid de toda la temporada.

La ventaja alcanzó un máximo de 26 puntos, 43-17 (min.14.30) tras un nuevo parcial de 16-3.

El Fenerbahce entró en espiral positiva y todo le salió bien, en ataque y en defensa. Mientras que el Madrid, aturdido, casi sin conocimiento, intentaba buscar un poco de orgullo para cerrar esa catarata de juego y puntos que se le vino encima.

Laso movió el banquillo, cambió a defensa 1-2-2, pero los turcos estaban desbocados (Udoh 13 puntos y 2 tapones) y acabaron el segundo cuarto con un claro 54-29.

El Madrid intentó olvidarse del marcador, sabedor de que el partido estaba perdido, para dedicarse a buscar sensaciones positivas de cara al tercer partido, que se disputará en Madrid el próximo martes.

La cuarta personal de Gustavo Ayón (min.21) y de Reyes (min.25) no ayudaron nada. El partido perdió ritmo. El Fenerbahce se salió de la autopista y el Madrid intentó volver a la carretera, jugando sin pívots, bajando la diferencia a 18 puntos, 59-41 (min.25).

El permisivo arbitraje con la defensa de los otomanos acabó de desquiciar a los jugadores del Real Madrid que, por momentos, se perdieron en protestas y frustraciones, registrando el marcador una nueva máxima con 30 puntos de diferencia (74-44, min. 28.10).

El resultado al final del tercer cuarto fue de 76-48.

En los últimos diez minutos, ya sin presión para ambos equipos, aunque si desde las gradas del Ulker Sports, el partido fue languideciendo hasta el 100-78 final que certificó el 2-0 para el Fenerbahce.

El martes el Real Madrid tendrá la oportunidad de redimirse pero tendrá que dar un giro de ciento ochenta grados a todo. A su juego, a su actitud, a su intensidad, a su defensa y a su acierto en ataque.