El Alega no levanta cabeza

Mangas saltó a la pista del Coliseum con novedades en su formación inicial. Lisboa, Bulic, Littleson, Voytso y Milovanovic, el nuevo fichaje. Lo del serbio fue llegar y besar el santo. El jugador anotó la primera canasta del partido. Como diciendo: '¡Eh! , aquí estoy'. El San Pablo Burgos no tardó en contestar por medio de Rosa, y Littleson hizo lo mismo para el Alega. Así discurrió el primer cuarto, en un toma y daca continuo que terminó con un ajustado 21-20. El Alega había llegado con hambre a Burgos y si los hombres de Mangas eran capaces de mantener ese ritmo durante el resto del partido sus opciones de ganar se multiplicaban.

Niang inauguró el segundo parcial, pero se repetía la tónica del primero. 24-24, 26-26. La igualdad imperaba y la lucha por cada balón era constante por parte de ambos equipos. Los de Mangas no regatearon ni una gota de sudor sobre la pista, pero los burgaleses lograron ponerse unos puntos arriba. No muchos (30-26), pero los suficientes para que a Mirza Bulic se le encendiese el pilotito rojo. Alarma. No podían conceder ni una canasta más. El bosnio asistió a Klavzar, que no falló y comenzó a recortar distancias (30-28). El '7' marró un lanzamiento, pero Nogues se hizo con el rebote y sumó una más para su equipo (32-20). Speight encestó para los locales y Bulic, asistido por Klavzar, respondió inmediatamente (34-32). La presión del Alega obligó a Lorenzo Encinas a pedir tiempo muerto.

Mangas aprovechó para mover el banquillo y meter de nuevo a Milovanovic para asegurarse los rebotes y el juego interior. La charla de Encinas dio algo de aire a su equipo y Corbalán puso el 37-32. Entonces el partido entró en una sequía anotadora que rompió Bulic un rato después (37-34). Pero los burgaleses no habían dicho su última palabra. Dos tiros libres de Corbalán y un triple de Speight subieron el 42-35 que obligó a pedir tiempo muerto a Mangas. Y nada más reiniciarse el juego, Encinas hizo lo mismo. El partido estaba en un puño y la tensión se podía cortar con un cuchillo, pero no hubo más canastas y ambos equipos se fueron al descanso con 42-37.

En el tercer parcial se rompió la igualdad y comenzaron a marcarse las diferencias. El San Pablo Burgos hizo valer los kilates de su plantilla, metió la directa y no tardó en colocarse diez puntos por encima (55-45). Mangas pidió tiempo muerto para arreglar el desaguisado y Littleson recortó distancias con un triple, pero los locales iban ya a otra velocidad. Los esfuerzos del Alega no se reflejaban en el marcador y el cuarto terminó con 63-49. En el acto final la distancia era ya insalvable para el Grupo Alega, incapaz ya de evitar la abultada derrota.