El Alega, en profunda reconstrucción

El objetivo, el de siempre. Jugadores buenos, bonitos y baratos. En total, nueve: Lisboa, Littleson, Klavzar, Voytso, Nogués, Niang, Walker, Etxeguren, Pol Saló -como jugador vinculado- y Radunic. Con este último, Mangas da por cerrada una plantilla que arranca su preparación esta semana. Todo con la vista puesta en una fecha: el sábado 7 de octubre, que es cuando arrancará la Liga LEB Oro. Los cántabros debutan ante el Baloncesto Fuenlabrada en el Pabellón Fernando Martín a las 18.30 horas, y para entonces tienen que haber logrado que el cóctel funcione como esperan en el Alega. Ahí es donde emerge la figura de David Mangas para tratar de sacar el rendimiento a una plantilla prácticamente nueva que permita asentarse en una categoría a la que los cántabros tomaron pronto la medida el curso pasado. De aquellas lograron la permanencia sin sobresaltos. Este curso aspiran a algo más.

Pero no se puede obviar que han perdido a algunos miembros de la plantilla que llevaban ya varias campañas en Torrelavega, y con ellos los automatismos del equipo. Ya no están Alo Marín, Koné, Walter Junior, Harrar, Sanz, Palazuelos, Smith, Peña y García, unas salidas que dejaban muy debilitado al grupo de cara a esta nueva temporada. Tras la demolición, toca reconstruir. Y para eso ha llegado savia nueva a Torrelavega. El primero en pisar la pista del Trueba fue Urban Klavzar (Ljubljana, 2004), que llega cedido desde el UCAM Murcia. Es un jugador muy versátil y puede desenvolverse tanto de base como de escolta. El segundo fichaje de los cántabros fue Fallou Niang (Palma de Mallorca, 2001). El ala pívot ha firmado por dos temporadas y su gran físico, una de las características que llamaron la atención de Mangas, será uno de los fuertes del equipo, además de sus lanzamientos desde la línea de tres.

Desde los despachos seguían maniobrando sin descanso y eso propició la llegada por una campaña de Derrick Walker (Kansas City, 1997). Walker es un pívot muy rápido, muy físico y muy móvil, tres cualidades que gustan al cuerpo técnico del Alega y encajan a la perfección en el estilo de juego del equipo. Solo queda esperar que el estadounidense se adapte rápido al baloncesto europeo, algo que no tiene que hacer Aitor Etxeguren (Bilbao, 2002), que llega para reforzar el juego interior del conjunto torrelaveguense. El sexto fichaje lleva el baloncesto en la sangre, ya que es hijo de uno de los mejores entrenadores portugueses, Carlos Lisboa. El base Rafa Lisboa (Oeiras, 1999) ha sido internacional con su selección en más de una treintena de ocasiones y en el Alega hará dupla con Agustí Sans. Capaz de anotar desde varias posiciones y con un gran tiro exterior, su misión será completar la dirección de juego del equipo.

El ala-pívot José Nogués (Barcelona, 1995) conoce bien la LEB Oro ya que llega desde el Ourense Baloncesto, y precisamente la experiencia es un valor que se cotiza alto este nuevo curso en el Alega. Los torrelaveguenses han formado un grupo muy joven y es necesario cierto punto de veteranía para lograr la cohesión del grupo. Nogués, que también cuenta con experiencia en categorías superiores, se desenvuelve muy bien sin balón y puede jugar tanto de cara al aro como de espaldas. La incorporación de Pol Saló (Bages, 2005) nació fruto de la colaboración con otro equipo cántabro, el Pas Piélagos, lo que permitirá que Saló forme parte de la plantilla de manera ocasional.

Y el último en llegar es el pívot Matej Radunic (Croacia, 1996). Un dechado de cualidades técnicas. Matej tiene juego de espaldas al aro, utiliza bien su cuerpo para bloquear y continuar a canasta, o bien abrirse para tirar incluso de 6.75 metros.