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El Alega perdió ayer la oportunidad de doblegar a un rival directo y cayó por 86-73 en el Plantío ante un Tizona que hizo a los cántabros pasar por su rodillo. A los de Mangas ayer no les salió nada. Ni rebotes ofensivos, ni ... defensa solida, ni canastas. La pelota se paseaba caprichosa por el aro y preferían no rozar la red. Hasta daba la sensación de que la calima que se dejó sentir en Cantabria les acompañó hasta Burgos, porque por momentos el polvo se acumulaba en el marcador de los verdes. Tanto que les costó medio partido rebasar la distancia psicológica de diez puntos de ventaja y a veces incluso más, que les endiñó el Tizona en el primer, segundo parcial, cuarto y parte del tercero.
Los tres puntos con que arrancó el Tizona iluminaron el electrónico a los pocos segundos de partido, y el goteo fue constante sin perdonar ni un rebote ofensivo. Pronto el 8-0 denotaba un Alega desorientado hasta que Saintel logró la primera canasta para los suyos. El poco acierto bajo el aro pasaba factura a los de Mangas, que veían impotentes como los burgaleses, a base de pico y pala, se colocaban con un 17-8. Sans entró en acción y puso el 17-10. Los verdes únicamente conseguían arañar canastas a base de tiros libres y con cuentagotas los puntos subían al marcador (19-12), pero pronto Galarreta volvía a poner tierra de por medio (22-14) y empezaba al vía crucis con un Alega a más de diez puntos por debajo, algo inusual esta temporada en el equipo cántabro. El primer cuarto se cerró con un 28-16, reflejo del mal arranque de los verdes.
En el segundo parcial Cabral, Marín y Sans acortaron distancias hasta el 30-25, pero Cuevas, que ayer estuvo matador con los triples, castigaba duramente al Alega. Con 38-27 Mangas pidió tiempo muerto para encauzar la situación. Los verdes se desangraba a pesar de las canastas de Sans, que con varios tiros libres subió el 38-31, pero pronto comenzó de nuevo la sangría (41-31) y el Alega era incapaz de cortar la hemorragia, que terminó con un parcial de 49-36.
Tras el paso por vestuarios los cántabros parecieron resucitar. Cabral y Palazuelos consiguieron pisar los talones al Tizona y quedarse a cuatro puntos (61-57) con un parcial de 12-22. El último cuarto sentenció a los verdes y se vio empañado por la expulsión de Cabral y Cuevas por una acción polémica que se saldó con una antideportiva para el Tizona. Aún así, los burgaleses no dieron tregua y se impusieron por 86-73.
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