El Alega cae en el último segundo

El Tizona arrancó fuerte y no perdonaba, sobre todo los tiros exteriores. Palazuelos decidió que era hora de hacer algo al respecto y trató de contrarrestar con un lanzamiento de tres que subió el 20-16 al marcador. A Bulic le debió entrar envidia, porque se animó con un gran tiro para llegar al 23-16. El entrenador del Tizona, Francisco Tomé, debió verlo muy negro, porque pidió un tiempo muerto para reorganizar a su equipo. A pesar de que los burgaleses gozaban de una gran efectividad con los triples, los de Mangas estaban muy fuertes en defensa y cerrando bien el rebote. Conseguían ahogar a los de Burgos sobre el parqué. Y eso que Didac Cuevas, todo un azote, hacía de las suyas y no fallaba desde la línea de tres.

El partido comenzó a entrar en un ritmo frenético. Con mucha igualdad y un Tizona muy peleón que ayer demostró, con un partido trepidante, que es un equipo llamado a estar en la zona alta de la tabla. Las canastas de Agustí Sans y Koné acrecentaron la ventaja de los verdes en dos jugadas individuales. El pívot costamarfileño, que viene de un lesión complicada y está recuperando sensaciones, robó la pelota tras efectuar un tapón y se fue a la guerra. Completamente solo frente a la canasta materializó el 29-19 para los de Mangas, que lograron una ventaja de diez puntos con la que se cerró el primer cuarto.

En el segundo parcial Alo Marín apareció para subir el 31-19, y cuando el Burgos replicó, el de Cádiz sacó a pasear de nuevo su bandeja (33-21). Entonces Tomé pidió un tiempo muerto que cambió por completo el partido. El Tizona se puso a repartir estopa bajo la canasta y desde la línea de tres. Cuevas y Stümer dejaron su impronta, aunque el sueco se llevó un buen tapón de Marín, que demostró que sus brazos llegan a todas partes. El rebote no lo desaprovechó De Berry y llegó el 33-26. A Mangas no le gustaba lo que estaba viendo. El Alega perdía fuelle y el Tizona se crecía con el 35-33. Casi un partido nuevo después de que los verdes tuvieran el control del marcador. El tiempo muerto de Mangas surtió efecto, y Marín y Palazuelos dieron algo de tranquilidad al Alega, que recuperó el aliento y se fue al descanso de nuevo por encima en el marcador. Eso sí, solo un punto (40-39). Se echaban de menos las canastas de Bulic y Cizmic, que ayer estuvieron un tanto desaparecidos.

Cuando los dos equipos volvieron a saltar a la pista, el Tizona, con un mate espectacular de Kieli tras un jugadón de esos que quitan el hipo, profetizó el resultado del partido. Los de Tomé se ponían por delante y controlaban el juego. El Alega entró en pánico, al menos unos minutos. Afloraron los nervios y se estancó en ataque. El Tizona mandaba. Hasta que una canasta de Granado plantó de nuevo la semilla de la remontada en los verdes y Sans arengaba al público del Trueba, que empezó a apretar también. Comenzó el intercambio de canastas a máxima intensidad y el parcial se cerró con 56-59. En un último cuarto de infarto el rosario de canastas no dejaba predecir qué equipo se llevaría la victoria. El Alega, con un triple de Marín se colocó arriba en el último minuto, pero un letal Cuevas, que supo medir muy bien los tiempos, desbarató el plan de Mangas con una respuesta desde la línea de tres en el último segundo. 74-75. Primera derrota en casa para los verdes.