El Bathco sucumbe en Ordizia

Pero el vendaval guipuzcoano no se detuvo ahí. Con los hombres entrenados por Agustín Rodríguez contra las cuerdas, Ordizia se lanzó a por otro ensayo. Solo las acciones de antijuego frenaron a la delantera local, por lo que el colegiado decretó un ensayo de castigo. No habían pasado más que diez minutos y el marcador ya llegaba a 14-0. Además, la reiteración de faltas le costó una amarilla a Gabriel Poet. La mañana pintaba mal para los visitantes. Dos ensayos abajo y con uno menos durante diez minutos. Sin embargo, hubo reacción. Alejandro Gastón desahogó a los suyos con una buena marca. El juego se había desplazado hasta el campo local de forma evidente. No obstante, Ordizia supo defender su renta desde ese momento. Incluso cuando Bathco recuperó al hombre expulsado temporalmente.

Con algún que otro rifirrafe entre los jugadores de los dos equipos y el grueso del juego en la veintidós vasca, el encuentro se dirigió sin alteraciones del marcador hasta el descanso. Hay que destacar que no se desfiló hacia los vestuarios hasta el minuto 49. Iñaki Muñoz añadió cada una de las pérdidas de tiempo que se produjeron en Altamira. El 14-5 dejaba todo vivo de cara al segundo tiempo.

La ventaja de Ordizia era estrecha. Un ensayo del equipo santanderino habría complicado la vida a los locales. Así que los de Íñigo Marotias se propusieron finiquitar la contienda lo antes posible. La apisonadora guipuzcoana se activaba una vez más. Primero Julen Goia completó una de las mejores acciones a la mano del encuentro. Una transición fulgurante ante la que nada pudo hacer la defensa de Bathco. Una patada de castigo de Lander Mujika, impecable durante todo el duelo, distanció aún más a los de casa. Y una carrera imparable de Anthony Matoto, con su posterior transformación, terminó por llevar la cuenta blanquirroja hasta los 31 puntos.

De nuevo, unos minutos de AMPO Ordizia a pleno rendimiento habían llevado al traste las aspiraciones de los recién ascendidos. Todo había quedado sentenciado. Los locales ya tenían su bonus ofensivo, mientras que Bathco tenía demasiado lejos las posibilidades de sacar un punto en Altamira. Con el partido decidido, las nubes descargando sobre los hombres de uno y otro equipo y el carrusel de cambios, la intensidad cayó mucho. Ninguno de los dos equipos pareció querer emplear más energías de las necesarias para mantener lo establecido. Apenas se vieron jugadas largas, transiciones de un lado a otro o acumulaciones de fases ofensivas. Demasiadas acciones estáticas, de melé o touch que hicieron de los últimos minutos un auténtico tedio.

La única acción destacable tuvo a Siosiua Moala como protagonista. El delantero neozelandés, que había entrado en la segunda mitad, culminó con ensayo otra incursión en la veintidós rival. No fue la mañana de Bathco, incapaz de hacer valer su buen hacer defensivo de otros días. Tampoco destacaron en la faceta atacante. El resultado, el 36-5 que terminó por lucir el marcador.

Los cinco puntos se quedan en casa de Ordizia, uno de los candidatos a los puestos de honor. Este año parecen encaminados a luchar por una plaza en la fase final de la liga. Bathco, en cambio, deberá mejorar si quiere permanecer un año más en primera. Su renta con Hernani y Burgos aún es cómoda. Pero a buen seguro, Luís Oscar Guitérrez no estará contento con lo que hicieron sus chicos.

En la próxima jornada, el Bathco Rugby recibirá en casa al Independiente con la única idea de conseguir el triunfo. Recomponerse de esta dura derrota será primordial de cara a sus aspiraciones en la competición. Su próximo rival le aventaja en tres puntos, buena oportunidad para sumar y escalar posiciones en la tabla. El Independiente viene de caer en casa ante el SilverStorm El Salvador por un solo punto, por lo que sus ganas de revancha serán claras de cara a resarcirse del bache. Un partido que ya tiene fecha y hora: El próximo 27 de Octubre a las doce del mediodía. La clave: que Luís Oscar Gutiérrez recupere anímicamente a sus jugadores.