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La idea era tomar por asalto Alicante, pero no se pudo ganar la batalla y el Igualatorio Estela Cantabria cayó por 81-65 ante el HLA Alicante a pesar de cuajar un gran partido. Los cántabros saltaron a la pista del Pedro Ferrándiz dispuestos a llevarse el partido. Apenas habían descansado 24 horas después de un agotador viaje de once horas en autobús, pero no valían las excusas solo la victoria.
David Mangas planteó un partido donde el juego físico mandase, un aspecto que les favorecía y una estrategia que funcionó durante los tres primeros cuartos, pero en el último y definitivo parcial los alicantinos encontraron a forma de parar a Placide y la buena suerte abandonó a los tiros de Pol Olivier –omnipresente durante el duelo– , Norris, Kearse y compañía. Un Alicante dormido se desperezó a última hora, y de qué manera, para llevarse la victoria.
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