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Marco García Vidart
Santander
Martes, 29 de octubre 2019, 11:05
La salida de Iván Amo de la presidencia del Estela se produjo por desavenencias con un grupo inversor que entró hace año y medio y que quería ayudar al equipo a llegar a la LEB Plata.
La directiva del club santanderino, respaldada durante estas ... seis temporadas por Igualatorio Cantabria como principal patrocinador -«y que siempre ha estado a nuestro lado», destaca Amo-, debatió sobre la entrada de ese grupo y estuvo de acuerdo con que llegase, aunque el nuevo inversor exigía tener una mayoría en el consejo (cinco miembros contra cuatro), con el fin de poder tomar decisiones. Así fue como el equipo de gestión de Iván Amo fue perdiendo peso en el día a día, lo que finalmente ha motivado la marcha de Amo junto a dos de sus directivos, Mercedes García e Iván Cáliz.
La dimisión de Iván Amo se produce en un momento de dulce para el equipo santanderino. Segundo en la clasificación del grupo Oeste de la LEB Plata, con cinco victorias y dos derrotas, y en puertas del gran partido en el Palacio de los Deportes ante el líder invicto de la competición, los guipuzcoanos del Juaristi. Pero a Amo no le duele el dejar el equipo en este momento. «Si no porque lo fundé hace 20 años. Y marcharse siempre es duro». Aún así, antepone el club de su vida a sí mismo. «Yo quiero lo mejor para el Estela. Es mucho más importante que haya capital, que el equipo siga arriba». Por eso, cree que «lo mejor es que salgamos» para que esas discrepancias no afecten al funcionamiento del Estela. Aunque reconoce que el momento «es duro».
La tristeza por dejar el club que fundó en el año 1999 se ha visto mitigada por «las muestras de cariño y respeto que hemos recibido. Nos han abrumado», comenta Iván Amo, orgulloso de una trayectoria que «ha traído al equipo hasta aquí, hasta la LEB Plata. La gente nos tiene en cuenta, nos escucha. Porque somos una pieza importante en el basket de Cantabria». Amo prefiere usar un «hasta pronto» para referirse a la despedida del Estela, que seguirá teniendo en él a uno de sus aficionados más incondicionales cada domingo en la grada del Palacio de los Deportes de Santander. «No me he borrado y seguiré yendo a los partidos. Porque soy estelista hasta la médula».
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