Tras la estela del Caja Cantabria

Un gran mural de Quino Salvo preside el interior del pabellón Vicente Trueba. La imagen del fallecido entrenador del histórico Caja Cantabria, después rebautizado como Lobos, recuerda aquella época en la que Torrelavega tuvo un equipo en ACB. Desde su desaparición, el baloncesto cántabro había rondado, en el mejor de los casos, la cuarta categoría nacional hasta que el Alega, que nació con otro nombre y en otra ciudad, ascendió a LEB Plata. Y ahora está a punto de hacerlo a LEB Oro, la antesala de la ACB; la segunda división del baloncesto. Lo tiene todo a su favor, por mucho que trate de mantener la prudencia. Un solo partido separa al Grupo Alega de colocarse a un paso de la élite; de tomar el testigo del extinto Caja Cantabria.

El Vicente Trueba espera una buena entrada para un partido histórico en la capital del Besaya. No solo por el premio que tiene, sino porque los de David Mangas lo tienen todo a su favor frente al Albacete Basket, que compite con el nombre de Bueno Arenas. En el partido de ida los cántabros se impusieron por 55-72 a los manchegos y dejaron la eliminatoria prácticamente sentenciada. Incluso una derrota por 16 puntos en casa les sirve para subir de categoría en una cita que llega en el mejor momento de los cántabros, quienes tras una racha irregular en un grupo, por otra parte, muy igualado, consiguieron terminar la Liga como líderes.

Incluso sin esa ventaja los torrelaveguenses parten como favoritos. Ya antes de comenzar la eliminatoria el entrenador del Albacete, David Varela, definía al Alega como el mejor equipo de la categoría entrenado por el técnico que mejor la conoce. Y no solo los 17 puntos, sino el factor campo debe ser diferencial. Si en el partido de ida en El Parque los jugadores ya estuvieron arropados por los cántabros desplazados hasta Albacete, en el Vicente Trueba se espera un gran ambiente, mejor incluso del que se vivió en el último partido de competición regular, cuando el equipo celebró un campeonato de grupo que ya tenía matemáticamente asegurado.

Las entradas, que todavía se pueden adquirir electrónicamente y también a la venta en las taquillas del pabellón hasta el comienzo del partido -aunque se espera una buena entrada no se prevé, en principio, un lleno- tienen un precio de diez euros para los adultos y de cinco para los menores de edad.

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