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Joseba Vázquez
Lunes, 17 de septiembre 2018, 07:28
La tarde del próximo sábado, Óscar Herrero Giménez (Madrid, 1987), base de LEB Plata, la tercera categoría del baloncesto español, vivirá «algo increíble», una situación «inolvidable, para contar a los hijos algún día». Este jugador del Club Polideportivo La Roda, en Albacete, medirá entonces ... su habilidad triplista con los mejores especialistas profesionales de la Liga Endesa, el campeonato organizado por la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto). Lo hará en un ambiente desacostumbrado para él, rodeado de los flashes y la expectación de un graderío previsiblemente lleno en el Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela, donde Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Obradoiro se disputarán la Supercopa, el primer título oficial de la temporada. El momento de gloria de Óscar llegará justo una hora antes de la gran final del torneo. Una dulce prueba para su sistema nervioso.
Él dice no sentirse aún encaramado a una nube, aunque entiende todo lo que supone la envidiable experiencia que está a punto de degustar. «Todavía no soy muy consciente porque hasta ahora he seguido con la misma rutina. El concurso está ahí de fondo, pero aún no está presente. Cuando coja el avión y me vea allí en situación será distinto. Me encuentro entre la ilusión y los nervios. No sé hasta qué punto me afectará la presión que pueda tener allí, en un ambiente impresionante y con tantos ojos puestos en un evento tan importante y que despliega tanta atención mediática».
- Sí, sí, claro. Mi premio ya lo he ganado con estar ahí. Ahora se trata de disfrutar al máximo y llegar hasta donde llegue en el concurso.
Óscar Herrero se granjeó el privilegio a competir con las estrellas de la Liga hace una semana en Madrid. Se exhibió allí como el mejor de los cien participantes en la segunda edición del concurso popular destinado a elegir un triplista aficionado para la Supercopa. Ese derecho lo ganó hace un año Gerard Jofresa, hijo del exjugador Rafa Jofresa. En esta ocasión, Herrero superó en la final (por 22 puntos a 19) al vitoriano Álvaro Ogueta, que fue curiosamente quien le eliminó a él en 2017.
La ACB se ha acostumbrado a incluir en su Concurso de Triples a participantes externos a la Liga. Hace años que invita a una especialista femenina, honor que esta vez recae por segunda edición consecutiva en Patricia Cabrera, escolta del Baxi Ferrol. En 2016 fue también invitado el británico Terry Bywater, jugador de baloncesto en silla de ruedas.
Junto a Óscar Herrero y Patricia Cabrera tomarán parte esta vez tiradores del nivel de Kyle Kuric (Barcelona), Matt Janning (Baskonia), Kostas Vasileiadis (Obradoiro), Matt Thomas (Valencia), Alberto Corbacho (Gipuzkoa Basket) y Jaycee Carroll (Real Madrid). A este último, ganador en 2015 y 2016, va dirigido un informal reto lanzado por el base de La Roda. «Hice un vídeo que acababa diciendo 'este año sí, Jaycee'. Es una broma, claro». Para alguien formado en la cantera del Estudiantes y que mantiene sus preferencias por ese equipo, tiene su lógica centrar la competencia en un madridista. «Sí, me gustaría tirar con Jaycee en alguna de las series, preferiblemente en la final, jajaja».
Será un fin de semana para gozar y «contar a los hijos algún día». Le acompañará su novia, Noa, que casualmente es natural de Santiago. Ante la canasta, Óscar se conformará con «estar tranquilo, concentrarme en cada tiro y hacer un concurso digno. Si pudiera llegar a 22-23 puntos estaría bien».
A sus 30 años, el base acumula amplia experiencia en la segunda, tercera y cuarta categorías del basket. Pero hay más cosas en la vida de este licenciado en Psicología y en Comunicación Audiovisual, autor de un blog y de un libro aún inédito. «Se titula 'Asesinato a la vida'. Es una distopía ambientada en una sociedad envejecida y plagada de enfermedades degenerativas», cuenta el hombre que aspira a vencer desde los 6,75 metros a un tal Carroll.
El jovencito Josh Ruggles, un americano de Illinois pelirrojo y espigado, ha pasado a la historia del concurso de triples de la ACB por ser el único participante ajeno a la nómina de jugadores de la Liga que lo ha ganado. La organización le invitó en 2013 después de que el muchacho, que entonces contaba 16 años, batiera el récord mundial de triples anotados en cinco minutos (nada menos que 135). El chico vino encantado, desenfundó su muñeca y en las eliminatorias, que se disputan uno contra uno, sacó los colores a cuantos especialistas profesionales se fue midiendo, hasta salir triunfador. Hizo tanta gracia su irreverencia que fue de nuevo invitado al año siguiente y como Josh no es nada tímido, fue superando las sucesivas rondas y repitió victoria. Su víctima en las dos finales fue el madridista Jaycee Carroll, que supo encajar la doble afrenta con una sonrisa. Los propios Ruggles y Carroll son, junto a Mark Davis, Alberto Herreros, Louis Bullock y Sergiy Gladyr, los únicos que han ganado el certamen en más de una ocasión.
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