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David Mangas (Ávila, 1978) respira baloncesto. El entrenador del Igualatorio comenzó como jugador, después pasó a los banquillos y hasta llegó a fundar un club ... de baloncesto con unos amigos. El Ávila Club de Basket, donde fue hasta tesorero. Experiencia tiene de sobra: ha disputado la Copa LEB Plata, finales de los play offs de ascenso a LEB Oro y cuajó una buena temporada con el Basket Navarra, al que convirtió en el equipo revelación de la pasada campaña. Ahora afronta un nuevo reto después de llegar a Santander para sustituir a Iñaki Merino al frente del Igualatorio. Y lo hace sin ningún miedo. Una de las cosas que más le «despeja la mente» es entrenar también a la base y «ver la sonrisa de los chavales, que son súper agradecidos».
-A nivel personal yo tuve un mes de septiembre un poco convulso porque terminé mi relación con Basket Navarra el 26 de septiembre. Estaba en casa tranquilamente y no pensaba que fuera a tener una oportunidad tan pronto de volver a entrenar y surgió esto. Desde el primer momento me gustó lo que me contaron y llegamos a un acuerdo rápido. Estoy contento de poder entrenar aquí. Quizá no es el equipo que yo hubiera hecho, pero con los jugadores que tenemos hay posibilidades de cumplir el objetivo sin problemas.
-El satff técnico que hay en el Igualatorio llevó la voz cantante y la planificación del partido la hizo Aser Gordo, que es mi entrenador ayudante y tengo mucha confianza en su buen hacer. Me tocó dirigir el encuentro pese que a muchos de los jugadores no los conocía de más que una sesión de entrenamiento o de haberlos seguido en las Ligas LEB, pero lo intenté hacer lo mejor posible. El equipo desde el primer día me demostró una predisposición al trabajo y a ayudarme muy grande y me ayudaron a que ese primer partido casi pudiéramos ganarlo, porque lo perdimos en la prórroga.
-Ahora mismo nos faltan dos jugadores. Hemos dado de baja a Ibarri, que es un pívot de 2.08 que no cumplía con las expectativas que habíamos depositado en él para el juego interior y Quarry Greenaway, que no se recuperaba de una lesión y pidió volver a Estados Unidos. Esta claro que ahora mismo estamos cortos de efectivos y necesitaríamos reforzar la plantilla con un par de jugadores para poder entrenar con normalidad y dar un poco de nivel de entrenamiento a la plantilla.
-La plantilla es muy atlética con jugadores que conocen la categoría, como Placide, Norris, Thomas o Juampi Sutina, que ya conocen las ligas LEB e incluso tiene experiencia en categorías superiores, y se ha conseguido mantener a jugadores de años anteriores, como Iradier o Peña, que aunque ahora no disfruten de tantos minutos dan un equilibrio en el trabajo día a día y suman mucho para que haya esa química que hace falta para unir todo el conjunto.
-El liderato es algo circunstancial. La igualdad que hay en la categoría es muy grande no hay más que ver la clasificación. Una o dos victorias significan estar arriba o caer al noveno puesto. Creo que no debemos desviarnos de cuál es el objetivo del club, que es mantenerse cuanto antes en la categoría y asentar el proyecto en LEB Plata y a partir de ahí, aspirar a lo máximo. Vamos a intentar ser el mejor equipo que podamos. Ahora mismo estoy contento con el trabajo de los chicos, porque estamos pasando por dificultades en muchos momentos a la hora de entrenar con estas dos bajas que hemos tenido. Están demostrando profesionalidad y carácter para sacar los partidos adelante.
-Si la semana anterior nos dicen que con los partidos que teníamos, dos fuera de casa, y con los dos desplazamientos más largos que vamos a tener en esta primera fase, íbamos a sacar dos victorias y una derrota, lo hubiésemos firmado. Pero sí es cierto que como entrenador siempre quieres más y después de caer en Marín te queda un regusto amargo. Pero viéndolo con perspectiva, la semana pasada sacamos dos victorias importantes para seguir sumando.
-El pasado miércoles hubo minutos muy buenos en el Palacio de los Deportes ante Baskonia. Dimos muestras del equipo que queremos ser: agresivos en ataque, en defensa. Imprimiendo un ritmo alto... El partido de Plasencia también fue bonito. Ganar por tanta diferencia de puntos fuera de casa habla muy bien de lo que hicieron los jugadores.
-El día de Clavijo no fuimos solventes en los dos primeros cuartos. Si desde el minuto uno hubiésemos tenido la actitud de después del descanso, podíamos haber ganado.
-Intento dar un poco de equilibrio entre ataque y defensa. Busco que defiendan bien y que sean generosos en el esfuerzo y no concedan canastas fáciles. Damos importancia a la defensa y estoy contento con el nivel, pero me gusta tener un equilibrio entre parte defensiva y ofensiva.
-Es un jugador que lleva varios años demostrando que es dominante en la categoría. El año pasado fue el mejor '5' de la liga y desde que he llegado no puedo ponerle un pero. Está jugando muchísimos minutos porque no tenemos recambio para él. El esfuerzo que está haciendo es enorme y da un gran rendimiento a pesar de estar sobrecargado.
-El trabajo de entrenador es el más ingratos de todos. Cuando ganas se reparte entre los jugadores, pero cuando se pierde se tiene esa soledad de comerte mucho la cabeza, ver en qué has fallado, analizar todo para mejorar... En el banquillo lo vivo todo con mucha pasión, intento trasmitir esa agresividad que muchas veces muestro desde la banda.
-Intento estar cerca de los jugadores, me gusta mucho escucharlos y trato de tener una relación lo más cercana posible con ellos, porque cuando piensas que lo más importante eres tú es cuando se comete el mayor error. Al final los protagonistas son los jugadores que son los que tienen que sacar las castañas del fuego. Me gusta escucharlos, pero sabiendo que soy yo el que toma la última decisión. Me gusta ser exigente en el trabajo diario con ellos.
-Es una ciudad que ya conocía porque mi mejor amigo tiene una casa en Suances y he venido muchísimo. Es una de las ciudades más bonitas de España, es muy acogedora y estoy muy a gusto, me he adaptado muy rápido.
-No, no me vuelvo loco con esas cosas.
-El club ha hecho una apuesta por tener un filial y hay jugadores jóvenes que vienen a entrenar con nosotros. Siempre que demuestren ambición y trabajo, sabiendo que el salto que hay desde donde están jugando a la categoría es grande, intentaré dar las oportunidades que se merecen. En la plantilla hay varios canteranos como Palazuelos o Ibarlucea. Trataremos que esos jugadores sigan creciendo con nosotros y si dan el nivel no me va a temblar la mano a la hora de ponerlos en la cancha.
-Me gusta tomarme unos segundos de calma para no decir cosas que puedan afectar a los jugadores. Doy las dos o tres cosas que quiero cambiar o que sigan haciendo, de manera clara y de la forma más sencilla posible. Si entrenando cuesta a veces que cambien cosas en un tiempo muerto de un minuto si quieres cambiar demasiadas no te van a hacer ni caso.
-De todos los entrenadores con los que he podido trabajar siempre sacas las dos o tres cosas que te gustan más, pero tampoco soy de fijarme mucho en entrenadores. Sí que me gusta ver mucho baloncesto y aprender siempre porque al final esto es algo que va evolucionando día a día y no te puedes encasillar, pero si copias o intentas seguir a alguien al final no evolucionas.
-Cuando en Ávila, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, hicimos un grupo buenísimo y conseguimos que una ciudad como Ávila organizara la Copa LEB Plata. Jugamos esa final y aunque la perdimos para mí ver el pabellón de mi ciudad lleno con 2.500 personas y el ambiente que hubo fue un sueño. Esa misma temporada también nos quedamos a un paso de ascender a LEB Oro. Fue una pasada.
-Sí, el Ávila Club de Basket lo fundamos hace veinte años entre unos amigos. He pasado por todos sus estamentos, fui tesorero, jugador, entrenador ayudante, coordinador de cantera, primer entrenador... Es un equipo que me lo ha dado todo. Es más que un club porque es como mi familia. El sábado me costará enfrentarme a ellos, pero cuando empiece el partido cada uno mirará sus intereses y a partir de ahí, espero que les vaya lo mejor posible.
-Es un choque complicado porque viene de perder dos partidos seguidos y es un equipo muy competitivo. El año pasado fueron uno de los mejores de la competición. Tienen un jugador de 2.15 con peso y experiencia en categorías superiores que marca mucho al equipo y vamos a ver si somos capaces de jugar a nuestro mejor nivel porque seguro que nos lo ponen difícil.
-Sí, entreno a un grupo de niños de 6 a 9 años en el Colegio Manuel Llano. Siempre es algo que me ha gustado, el no perder el contacto con la base, en Ávila también lo hice. Te sirve para despejar la mente y ver la sonrisa de los chavales, que son súper agradecidos.
-Se ha creado la Escuela y estamos con unos 60 chicos para este primer año. Se está asentando esa nueva faceta del club. A ver si con el buen trabajo y con que los chicos salgan contentos del entrenamiento conseguimos que poco a poco suba el número de niños que quieren jugar al baloncesto.
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