Agónico empate en La Albericia

El reencuentro con la competición del Sinfín terminó con un punto más en su casillero -que los mantiene a ambos en descenso- y en un duelo ante el Cisne que dio más problemas de los esperados sobre la pista de La Albericia. El partido comenzó igualado. De salida se impusieron las defensas a los ataques si se tiene en cuenta el pobre bagaje goleador por parte tanto de santanderinos como gallegos, ya que en el minuto diez ninguno de los dos equipos había superado los tres goles.

Los de Víctor Montesinos no tardaron en despertar y superar los nervios de los primeros compases del partido y consiguieron un parcial favorable gracias a una defensa bien plantada y el acierto de un pletórico Darko Dimitrievski en el ataque del Sinfín. Los problemas santanderinos comenzaron poco después debido a la exclusión de Nazario. El Cisne levantó en esos dos minutos la máxima diferencia en la primera parte e incluso se puso un tanto por encima, gracias al acierto de Villamarín bajo los palos. Esa pequeña renta fue la que no dejó de dar quebraderos de cabeza al Liberbank durante el resto del encuentro.

Montesinos no quiso esperar más y pidió tiempo muerto para evitar la sangría anotadora de los visitantes. Así, al descanso se llegó con una ventaja por la mínima para los de Pontevedra (11-12) en el electrónico. Tras el paso por el túnel de vestuarios, el conjunto gallego se mantuvo en todo momento por encima en el marcador, aunque sin llegar a distanciarse más allá de los tres goles. El Sinfín aguantaba pero no acababa de recortar esas pequeñas ventajas del Cisne y cuando consiguió igualarlo apareció la figura de Ramos que, a base de goles y penaltis, superó al 6-0 de Montesinos, que tuvo problemas para contrarrestar el empuje rival. Coincidió el auge del pivote con la doble parada de Villamarín a sendos penaltis del Liberbank. El portero, además, consiguió neutralizar lanzamientos fáciles de los extremos santaderinos.

Era el momento de jugárselo todo a una carta. El Sinfín no podía dejar escapar los dos puntos ante el Cisne y donde no llegaban las piernas, lo hacía el corazón. En los últimos cinco minutos, el Sinfín igualaba el duelo (24-24) gracias a la maña de Nacho Valles, y Xavi. Los gallegos no querían cometer un error de consecuencias irreversibles y Javier Fernández pidió tiempo muerto. Su ataque, con Gayoso lanzando desde los ocho metros tras encontrar una grieta en la defensa del Sinfín, lo detuvo Elcio. Montesinos ni lo dudó. Paró el tiempo a falta de nueve segundos, con las tablas en el marcador. Un último ataque, una sola bala. El balón que culminó Xavi no acabó dentro de la red, pero al menos el Sinfín rescató un punto que sabe a poco.