José Manuel Barquín

Presidente de la Federación Cántabra

«El balonmano está muy vivo en Cantabria»

–Comienza un nuevo mandato. ¿Qué análisis hace de lo hecho hasta ahora?

–Ha sido muy positivo. Después de la pandemia el balonmano ha ido recuperando el escenario previo y, además, seguimos creciendo en equipos, en clubes y en los niños y niñas que practican nuestro deporte gracias a la apuesta por darle visibilidad. También han sido cuatro años muy buenos a nivel deportivo, con dos representantes en Asobal que han enlazado temporadas en la élite. Y no se queda solo en estos dos clubes; también están los árbitros, con múltiples representantes en categoría nacional, entre ellos las dos parejas de Asobal, y los jugadores cántabros en las principales citas deportivas, caso Ángel Fernández y los hermanos Dujshebaev, sin olvidar a los demás jugadores cántabros que están disputando la Liga Asobal.

–¿Lo deportivo va acompañado del crecimiento institucional?

–Sí. Desde que entré en la Federación siempre hemos tenido el apoyo del Gobierno de Cantabria, los ayuntamientos y, sobre todo, el de la Federación Española, que siempre ha estado a nuestro lado a medida que hemos ido creciendo.

–¿Qué deberes hay pendientes?

–Sobre todo, intentar la unión entre Federación, clubes y familias para que sigamos creciendo de la mano y conseguir que el balonmano cántabro sea un ejemplo en todas las partes de España.

–¿Qué tal es el estado de salud del balonmano cántabro?

–Bueno. El número de licencias sigue creciendo. Está muy vivo; no se puede decir que sea un deporte estancado. Cada temporada contamos con una cantera más abundante, con más niños y también muchas niñas, y la Federación imparte cursos de entrenadores y árbitros de forma habitual. El único punto en el que tenemos carencias es en el de entrenadores, ya que no disponemos de todos los que quisiéramos, aunque estamos trabajado en solucionarlo.

–¿Qué escenario le gustaría para este deporte en la autonomía?

–Un balonmano cántabro que diera ejemplo al resto de las comunidades por su comportamiento y por el número y calidad de sus equipos, licencias e imagen.

–¿Cómo quiere a conseguirlo?

–Después de la pandemia el crecimiento ha sido muy grande, sobre todo a nivel de canteras. Estuvimos parados unos meses, pero nos reactivamos a partir del balonmano en la calle. Muchos niños y niñas tomaron la iniciativa de probar y ya no se han marchado. Todo eso demuestra que el trabajo de los clubes y la Federación, en ese momento, se hizo muy bien dentro de las circunstancias. Ahora mismo rondamos las 2.000 licencias.

–¿Qué futuro aguarda?

–Me gustaría que se estabilizara en la línea que llevamos y el día de mañana poder observar con satisfacción que el balonmano es un deporte puntero en Cantabria. Durante el final de este segundo mandato se han cambiado ya estructuras dentro de la Federación, como por ejemplo la designación de Rodrigo Reñones como director técnico y el nombramiento de los cuerpos técnicos de todas las selecciones cántabras.

–Esa idea de continuidad ¿Es uno de los éxitos de su gestión?

–Me gustaría dar estabilidad, por decirlo de alguna forma. Creo que muchos de los éxitos logrados se basan en la continuidad y la confianza y así vamos a seguir.

–El Torneo Internacional Cantabria Infinita (TIC), visitas regulares de Hispanos y Guerreras y partidos de las selecciones ¿Es algo que se mantendrá?

–Desde que entramos en la Federación hemos podido disfrutar en Cantabria de casi lo más grande que puede haber en el balonmano, tanto en torneos absolutos masculinos y femeninos como escolares. Celebramos el CESA –Campeonato de España de Selecciones Autonómicas– en el 2020, el mejor que se había realizado hasta ese momento. El TIC seguirá, aunque tras su tercera edición vamos a dar un giro y haremos cambios para el próximo año. Además, vamos a sacar un alto rendimiento en modo concentración. Llevamos varios años intentándolo y ahora contamos con el OK del Gobierno.