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No es perder contra gigantes (41-24). Es la forma en que se hace. El Bathco fue arrollado por un Barcelona plagado de estrellas ante al que apenas pudo hacer frente. Los de Torrelavega no enseñaron los dientes ni las garras y mostraron una imagen ... muy alejada de ese equipo combativo que no se rinde al que está todo el mundo acostumbrado.
Tuvo que ser Isi Martínez quien en el minuto seis consiguiese quitar el cero en el lado naranja del electrónico. Un presagio de los problemas del equipo torrelaveguense durante gran parte del partido. El Barça no dejó ninguna opción a los naranjas y no tardó en alcanzar distancia (5-1). El arrollador inicio azulgrana se estabilizó con una diferencia de seis dianas en el marcador (8-2). Álex Mozas no esperó ni diez minutos en detener el partido. Había que contener el endiablado ritmo del Barcelona y no dejar el encuentro sentenciado antes del primer cuarto de hora de juego. Los de Antonio Carlos Ortega mantenían una diferencia entre tres y cuatro goles ante un Bathco Torrelavega desconocido bajo el arco y que no dispuso de su habitual muro en portería. El entrenador naranja optó por cambiar a Mile Mijuskovic por Carlos Calle. Los de la capital del Besaya comenzaron a equilibrar lo que sucedía en la pista y recortaron distancias hasta quedarse a un solo tanto de diferencia (9-8).
Barcelona
Pérez de Vargas (1), Petar Cikusa (1), Richardson (7), Langaro (1), Djordje Cikusa (5), Aleix Gómez (2), N'Guessan (3), Janc (6), Wanne (5), Ariño (5), Gallego (1), Carlsbogard (1) y Valera (3).
41
-
24
Bathco Torrelavega
Calle, Mile Mijuskovic, Moreno (5), Rubiño (3), Gómez (2), Lombilla, Isi Martínez (1), Paredes (4), Aja (4), Cangiani (2), Jurkovic (2), Oswaldo Maestro, Mikolaj Czaplinski (1) y Diego Gándara.
Parciales: 3-0, 7-3, 9-6, 10-8, 14-11, 22-15 –descanso–24-16, 27-17, 31-19, 33-20, 36-20 y 41-24.
Árbitros: Alberto Macías de Paz y Ernesto Ruiz Vergara.
El Bathco supo aprovechar los escasos errores de concentración del Barça y encarrilló un partido que, a pesar de ir en todo momento por detrás, ya no estaba tan alejado en el electrónico (14-11). La reacción de los azulgranas, cuando parecía que la pista se iba tiñendo de naranja, fue la que se esperaba de un equipo llamado a mantener su hegemonía en todas las competiciones dentro de las fronteras españolas.
Mientras, los torrelaveguenses se estrellaban con la defensa azulgrana. Habían recortado lo suficiente (20-15) para evitar el desastre, pero no se puede tener errores con los de la Ciudad Condal. En Barcelona no hay piedad. Los errores se pagan caros y con una diferencia de siete goles en el marcador camino del descanso (22-15) se marchó al vestuario un Bathco Torrelavega que no dejó la imagen de equipo guerrero y con carácter que lució en otras ocasiones ante el todopoderoso dominador de Asobal.
La segunda media hora arrancó con la segunda exclusión del capitán naranja Borja Lombilla y un gol de Melvyn Richardson que amplió, aún más, la distancia con el Bathco Torrelavega. Las dianas azulgranas siguieron cayendo (27-17) hasta alcanzar la mayor ventaja del partido durante los cinco minutos iniciales después de que Aleix Gómez mandase el balón al fondo de las redes totalmente libre de marca. Mozas, con doce goles de diferencia en el marcador, pidió tiempo muerto. Los naranjas reaccionaron, pero la descomunal actuación de Gonzalo Pérez de Vargas en la portería azulgrana desbarató la mayoría de los ataques del Bathco Torrelavega.
La docena de tantos se mantuvo sin problemas (32-20) mientras se llegaba al ecuador de la segunda parte. El Barcelona de Antonio Carlos Ortega siguió imparable y en una velocidad crucero que arrolló a los naranjas en los minutos finales (41-24).
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