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Ni la camiseta naranja, ni el estilo de juego, ni el carácter indomable del Bathco Torrelavega saltó a la pista de Pamplona. Los torrelaveguenses, irreconocibles durante todo el partido ante el Helvetia Anaitasuna, cayeron (34-26) contra los pupilos de Quique Domínguez y enlazan su ... segunda derrota consecutiva, tras caer en el Trueba ante Ciudad de Logroño y ahora en su visita a tierras navarras.
Los primeros minutos del choque fueron igualados, con el Bathco Torrelavega llevando la iniciativa en el marcador, pero con los navarros respondiendo a cada gol naranja hasta que poco antes de los primeros cinco minutos tomaron la delantera gracias a un gol de Meoki. Estos instantes iniciales destacaron, sobre todo, por la fuerte defensa de ambos equipos, aunque también por el elevado número de goles marcados debido al acierto desde siete metros y la escasa intervención de ambos porteros.
La igualdad se mantuvo durante los primeros diez minutos ya que a partir de ese momento, los porteros empezaron a funcionar y el inicial ritmo de dianas descendió. Sendas paradas de Juan Bar y una de Mile Mijuskovic añadieron más alicientes a un encuentro intenso, vibrante y de gran ritmo que siguió equilibrado hasta que se llegó a un empate a siete.
Helvetia Anaitasuna
Juan Manuel Bar, Marcos Cancio, Álvaro Gastón (1), Antonio Bazán, Eduardo Fernández (2), Martín Ganuza (6), iban Meoki (2), Aitor García (10), Ernesto Goñi (2), Carlos Chocarro, Mikel Redondo (3), Arthur Pereira (5), Xavi Castro (1), Jose Arzoz, Julen Elustondo (2) y Joao Pinto
34
-
26
Bathco Torrelavega
Mile Mijuskovic, Carlos Calle, Alonso Moreno (2), Jorge Prieto, Martí Villória (2), Dani Ramos (1), Borja Lombilla (2), Isi Martínez (3), Fafa Cangiani (5), Fabri Casanova (2), Oswaldo Maestro (1), Iván Popovic (2), Mikolaj Czaplinski (5), Nico Colunga y Gándara (1).
Parciales: 5-4, 5-6, 9-7, 11-7, 15-7, 19-8 -descanso- 22-10, 24-15, 27-16, 29-17, 30-22 y 34-26.
Árbitros: Javier Álvarez Mata y Yon Bustamante López.
Ninguno de los dos equipos llegó a controlar en el marcador hasta que Arthur Pereira, desde siete metros, puso a los suyos dos arriba, que tras un error naranja en ataque, fueron tres, lo que obligó a Álex Mozas a pedir tiempo muerto que reorientase a un Bathco desconocido sobre la pista azul de Anaitasuna.
Tras la pausa, Pereira repitió diana y puso a los pamploneses con cuatro de ventaja. El Bathco Torrelavega, con problemas en su ataque, no mejoró. De hecho, encajó otro gol más y se situó cinco abajo, provocando un segundo tiempo muerto del técnico naranja que veía peligrar seriamente la suerte del partido con una sangría difícil de parar.
A falta de seis minutos para el final de la primera mitad, el Bathco Torrelavega, con siete goles de desventaja, seguía sin encontrarse sobre la pista en ataque, errando en el tiro, tanto en juego como desde siete metros. El apagón de los naranjas en ataque les llevó a pasarse diecisiete minutos sin marcar hasta que en la última jugada lo consiguió Popovic. No obstante, los once tantos de desventaja con los que llegó al descanso (19-8) le ponían las cosas más que difíciles a los torrelaveguenses de cara a la segunda mitad.
El Helvetia Anaitasuna amplió el marcador en el reinicio, con dos tantos de Pereira y Ganuza. No obstante, se apreció la mejora ofensiva de un Bathco Torrelavega que marcó cuatro goles en los primeros seis minutos que no sirvieron, sin embargo, para recortar una diferencia que era prácticamente insalvable.
El primer tercio antes del final se cumplió con los naranjas recortando la diferencia a ocho gracias al gol desde siete metros de Czaplinski. Sin embargo, reaccionaron los de Quique Dominguez que, con dos tantos y un soberbio Aitor García, devolvieron a diez la renta a su favor. Los navarros frenaron el intento de reacción del Bathco Torrelavega y encararon el último cuarto de hora con una cómoda diferencia de doce goles. A los de Álex Mozas, con cada vez menos tiempo por delante, se les agotaban las oportunidades de una reacción y parecían condenados a resignarse a terminar el encuentro con la única aspiración de maquillar en lo posible el resultado.
El Bathco afrontó los últimos diez minutos con una misión casi imposible de cumplir, pero aún así ofreció una mejor imagen que en la primera mitad, mostrándose más competitivo y eficaz en ataque y consiguiendo reducir la diferencia final a menos de diez goles.
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