El Bathco pone límites a la emoción

Jugarla «sería un premio al trabajo que hemos hecho desde agosto, pero no es un objetivo que nos hayamos marcado, sino algo que llega porque estamos donde estamos, como recompensa inesperada», explica Nicolai Colunga, central, capitán y único jugador del equipo criado en la cantera del club. Durante noviembre, los naranjas han coleccionado muescas con el nombre de Ciudad de Logroño, Anaitasuna, Cisne, Blendio Sinfín y Ademar León. Esta constante suma de puntos ha permitido a los de Álex Mozas pasar del decimotercer puesto de la jornada ocho al cuarto en la trece y confirmar un ascenso meteórico desde la parte baja de la clasificación hasta los puestos dorados que prometen billetes europeos y llenan de ilusión los sueños en Torrelavega.

En el vestuario naranja lo van asimilando a marchas forzadas debido, sobre todo, a la acumulación de partidos de liga y a la eliminatoria de Copa del Rey que se coló en medio de un calendario ya cargado de por si. «Es todo muy rápido», continúa Nico Colunga, «como volvemos a jugar el sábado, al lunes siguiente del partido ya estás entrenando y no lo disfrutas más allá del día en el que pasa».

Sin tiempo casi para procesar lo que están viviendo, en el Vicente Trueba no se sienten cómodos cuando se menciona Europa o la escalada en la clasificación que les ha llevado al Olimpo del balonmano español en apenas cuatro semanas. En el corazón naranja no se cambia de paradigma. «El objetivo sigue siendo el mismo», asegura el líder del vestuario naranja, «ser competitivos el fin de semana y que esa competición luego se refleje en el puesto que sea». La abstracción de Colunga la concreta Alonso Moreno. El lateral derecho andaluz explica que desde el arranque de la temporada «el primer objetivo es, obviamente, la permanencia y una de las vías planteadas para mejorar la temporada es meterse a la final a ocho de la Copa del Rey».

El ocho naranja reconoce que «ahora mismo el equipo está de dulce» con un ejemplo de trabajo conjunto en el que no destaca ningún jugador por encima del resto. El poder del grupo.

«No sé si es la racha de victorias más larga que ha tenido el club, pero hacerlo a primer nivel en Asobal es muy meritorio», añade acompañado de una sonrisa. No es para menos. El Bathco puede cerrar una primera vuelta de ensueño si añade dos victorias más contra Granollers en el Trueba y Rebi Cuenca en El Sargal.

En el peor de los casos, dejará muy bien encarrilada una permanencia que permitiría a los torrelavegueses consolidar su proyecto en la élite. La victoria ante Recoletas Valladolid en la sexta jornada fue, «posiblemente, el punto inflexión», apunta Moreno, «quitarte esa la ansiedad por ganar, el pensar: ¡uff! ya hay alguien por detrás mío en la tabla».

El Bathco Torrelavega sigue creciendo a cada partido. Nico Colunga lo tiene claro: «el margen de mejora que tenemos es mucho y podemos seguir dando pasos hacia adelante, pero el puesto de la competición no va a ser definitorio».

En el Vicente Trueba se sigue trabajando igual que llevan haciéndolo desde agosto. «Siempre se puede mejorar y cada semana Álex Mozas -el entrenador- nos pone vídeos de lo que hay que pulir. Por ejemplo, muchas veces que pecamos de precipitación», apunta Alonso, a lo que Colunga añade «hace falta olvidarse tanto de lo bueno como de lo malo para seguir mejorando».

El techo de los torrelaveguenses todavía está por llegar y mañana tienen ante el Granollers una nueva piedra de toque que les permitirá medir sus opciones. «Lo que está pasando no es por gloria divina. Siempre es más fácil venirse abajo cuando los resultados no acompañan, pero ahora que todo funciona estamos fuertes y con confianza. Somos un equipo muy emocional», concluye Alonso Moreno.