Ángel Fernández | Extremo izquierdo del Bathco
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Ángel Fernández | Extremo izquierdo del Bathco
El Caballero Oscuro, Terminator 2, la secuela de El Padrino o el regreso al Vicente Trueba de Ángel Fernández (El Astillero, 1988) son el mejor ejemplo de que las segundas partes pueden ser, incluso, mejores que la primera. Después de un verano difícil tras su ... exclusión de la lista de los Hispanos de Jordi Ribera que fueron a los Juego Olímpicos de París y la lesión de tobillo que le llevó a perderse el debut europeo en la Supercopa Ibérica, el extremo astillerense jugó, por fin, sus primeros minutos de la temporada ante el Ángel Ximénez Puente Genil once años después de vestir por última vez la naranja.
-¿Cómo es regresar a casa más de una década después?
-Estaba en el calentamiento y no me lo terminaba de creer, ¿sabes? Han pasado once años, todo ha cambiado muchísimo y, al final, para mí ha sido una vuelta muy esperada y, a la vez, muy alegre por ver el ambiente del Trueba, por cómo está el equipo, cómo ha crecido el club y que todavía podemos mejorar todo eso.
-¿Cuánto queda del Balonmano Torrelavega en el que daba sus primeros pasos?
-Ha cambiado, sobre todo, la estructura del club. Hay siempre mucha gente trabajando para él todos los días. Antes estaba el cuerpo técnico, quizás uno en la oficina y gracias. Ahora el staff ha aumentado mucho, está mucho más profesionalizado y la masa social es grandísima. Me encanta también el ambiente que hay en el pabellón, creo que es un clima que impulsa al equipo. No es ¿cómo se suele decir? 'Come pipas', ¿no? Eso me gusta.
-La lesión de tobillo retrasó el debut, ¿qué fue lo más duro?
-Tenía que volver ya. Hemos metido muchas horas, todas las mañanas en rehabilitación, por las tardes aquí con los fisios y trabajando aparte. Creo que eso es de lo más duro para los jugadores; ver a tu equipo entrenando mientras tú estás aparte y solo. Tenía muchas ganas por eso, por volver a jugar con el equipo, por volverme a sentir jugador. Al final, sentí que después de no ir a los Juegos Olímpicos, el estar a punto de debutar y lesionarme era otra muesca más, otra piedra más en el camino; pero bueno, ya lo hemos conseguido, el equipo lleva dos victorias en dos jornadas y yo he vuelto bien de la lesión. Eso es lo más importante.
-Dos jornadas disputadas y este Bathco invita a soñar.
-Promete, promete. Creo que los mimbres los tenemos. Contamos con un cuerpo técnico muy trabajador y que tiene las ideas claras y luego también un grupo de jugadores muy normales, por así decirlo, fuera de la pista, que son unos guerreros dentro de ella y que tienen muchas ganas de jugar y hacerlo bien. Eso es lo básico y creo que a partir de ahí se puede crecer mucho.
-Después de una trayectoria plagada de títulos y éxitos, ¿llegar al Bathco reinicia la ilusión?
-Exactamente no la reinicia, pero sí que es cierto que la renueva de alguna forma. Ya en Francia -jugó en el Limoges antes de recalar en el Bathco- llegué a un club que estaba un poco en la misma tesitura que este. Una entidad que quería crecer, que quería llegar a Europa con un proyecto ambicioso y en dos años lo conseguimos. Creo que ahora mismo afronto esto con otra perspectiva, que pasa por intentar aportar lo máximo y seguir aprendiendo, evidentemente, pero también por ayudar en todo lo posible a los jugadores más jóvenes.
-Está claro lo que aporta, pero ¿no cree que su papel trasciende la pista como referente de canteranos, ídolo de la afición e imagen del club?
-Creo que ya tengo una experiencia donde se tiene que asumir otro tipo de responsabilidad, no solo en la pista, sino con los más jóvenes, de ser un ejemplo dentro del campo, en los entrenamientos; un poco, por así decirlo, liderar a este equipo en todos los aspectos. Lo principal es hacer ver a los jugadores de este equipo que todo depende de la actitud, de la profesionalidad, del sacrificio y del trabajo. Yo no he llegado hasta donde lo hice porque he tenido suerte, sino porque, si tú te lo curras, seguramente tengas más posibilidades de llegar a algo que si no lo haces. Quiero que vean que, aunque tengo 36 años, me sigo esforzando e intento seguir mejorando cada día. Creo sinceramente que eso les impulsará a ellos a ser mejores también.
-¿Cómo se vislumbra el techo de este Bathco de Jacobo Cuétara?
-No me gusta hablar de techos, pero sé que Europa es la ilusión de este club, de la ciudad, de los aficionados y de muchos jugadores. Yo ya que he vivido Europa y lo que quiero es asentar al Bathco en la Liga Asobal. No quiero que el clasificarte para Europa dependa de llegar a una final de la Copa del Rey. Eso es un hito y ojalá lo podamos repetir, pero quiero que el Bathco se clasifique a Europa por méritos propios, por haber conseguido una buena posición en Liga.
-Debutan en la Liga Europea en dos semanas. Más allá de las decisiones técnicas ¿Cómo se canaliza esa situación para unos primerizos en competiciones continentales?
-Yo sé canalizarlo e intentaré guiar también a los demás en la forma de hacerlo, ya que no es lo mismo jugar un martes en Kiel ante 10.000 personas que luego, dos o tres días después, irte a jugar cualquier partido de Liga. El jugador tiende a estar menos motivado después de una experiencia como la que nos espera y me gustaría intentar gestionar eso.
-¿Qué suma el gen Hispano al servicio de los naranjas?
-No nos han regalado nunca nada y quizá no somos los favoritos para nada ahora mismo, pero sí la aspiración de serlo. Podemos dar mucha guerra, pero no solo eso: debemos darla y con buena actitud creo que podemos conseguir grandes cosas. Eso sí, siempre teniendo en mente que debemos estar todos los días al 100%. No hay otro camino: trabajo, disciplina y actitud.
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