El Bathco, subcampeón de la Copa de España

El Barça sabe ganar finales, pero de lo que no hay tampoco duda es de que el Bathco sabe jugarlas. Los naranjas cayeron (37-34) ante un Dika Mem y sus compañeros que pasaron más aprietos de los esperados para dominar a los del Besaya. A pesar de la derrota, los torrelaveguenses pueden lucir con orgullo la medalla de plata y el reconocimiento de subcampeones de la Copa de España. Mientras, en el bando contrario, los azulgrana celebraban su tercer título de la temporada y siguen acumulando laureles.

Lo cierto es que el Barça comenzó mucho más tranquilo en Lanzarote, derrochando un juego dinámico y ofensivo. Aunque Luis Frade mandó su lanzamiento al poste antes del primer minuto, fue Isi Martinez quien abrió el marcador para Bathco desde seis metros. En contraposición a la propuesta azulgrana, Jacobo Cuétara apostó por juego lento que, con ataques largos, favoreció los intereses naranjas (3-3) y obligó a los catalanes a tirar de paciencia y a fortalecer su defensa para empezar a imponer su velocidad (7-5).

La capacidad de Barça para mantener el control gracias a las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas y apostando por unos contragolpes que hacían muchísimo daño a los de Torrelavega, permitió a los azulgrana sentirse cada vez más cómodos sobre la pista hasta que el carácter naranja despertó para acortar diferencias (16-13) y reclamar su dosis de protagonismo en la segunda final estatal que disputaban. A pesar del despertar naranja, los ocho goles de Melvyn Richardson permitieron a los campeones de la Supercopa Ibérica llegar al descanso con un sólido margen a favor (19-14).

Hubo que esperar a la segunda mitad para que el Bathco recuperase el terreno perdido en la primera. La reacción naranja era evidente (24-22) y el murmullo se convirtió en gritos desde la grada viendo cómo el Barça tenía más apuros de los esperados para doblegar a los de Torrelavega. El empuje del Besaya seguía acosando el arco azulgrana, pero a medida que avanzaba el cronómetro, las decisiones tácticas de Carlos Ortega se volvieron clave y Dika Mem bajó del Olimpo para convertirse en el salvador de los catalanes en los momentos críticos, al anotar repetidamente y liderar el ataque desde el lateral derecho. Los de Jacobo Cuétara, poco dados a dar batallas por perdidas, siguieron buscando un empate que no llegó pero que les permitió desplegar todas sus variables ofensivas para reivindicar que, a pesar de la derrota (37-34), quiere labrarse un nombre en la élite española.

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