El Bathco sufre para ganar en Nava

Nava sufría y su entrenador, Álvaro Senovilla, decidió que no iba a esperar ni a dar más espacio a los naranjas cuando no se llevaba ni quince minutos de juego. El efecto del tirón de orejas a los naveros fue el gol de central hispano-ruso que se tradujo en un amago de remontada local (6-7). Los de Jacobo Cuétara no les dejaban controlar el juego y se afianzaban en una defensa 5:1 con Nico Colunga en el avanzado, pero tampoco acababan de imponer su ley sobre el 40x20 segoviano (8-9).

El Bathco optó por la tranquilidad que da saber que solo es cuestión de tiempo reconducir la situación ante un Nava que se iba envalentonando (14-12). Jacobo Cuétara, igual que hizo al principio de la primera parte Senovilla, no lo dudó y paró el reloj. El último parcial tuvo un ritmo frenético aunque no se reflejó en el electrónico que mantenía los mismos guarismos. Los de Torrelavega tenían que recortar distancias después del último tanto de Adrián Nolasco (15-12) y fue Isi Martínez quien acercó a los del Besaya pero fue insuficiente y pusieron rumbo a vestuarios a dos goles de distancia de los naveros (15-13) lo que auguraba una segunda parte apasionante.

La vuelta a la pista no fue del todo positiva para el Bathco y en menos de dos minutos tras la reanudación, Jacobo Cuétara tuvo que detener el juego después de doblar la distancia entre los del Besaya y los naveros (17-13). Los segovianos, espoleados por su afición, subieron revoluciones y dejaba a los de Torrelavega cinco goles de diferencia (18-13) que obligaban a buscar soluciones. Martínez y Rubiño devolvieron la confianza a los naranjas (20-15) y abrieron el camino a las redes de Yeray Lamariano. Con una defensa expeditiva el Bathco comenzó a desbrozar el camino hacia la victoria (22-20).

Los de Torrelavega aprovecharon las imprecisiones del Bathco y Javi Muñoz reinició el partido con un disparo a las redes que subió el empate (22-22). Tocaba concentrarse para encarrilar un partido que apuntaba a final no apto para cardiacos, posiblemente, el terreno en el que mejor se mueven los naranjas como demostraron al celebrar un nuevo triunfo a domicilio (28-29).