El Bathco Torrelavega muere en la orilla

Solo se puede poner un pero a lo vivido en el Fernando Argüelles: que el equipo naranja, tras un buen partido, acabó hincando la rodilla en la última acción después de tener la posibilidad de haberse llevado los dos puntos. Es cierto que la defensa planteada por Álex Mozas, trabajando muy bien sobre el ataque estático local, se encontró de inicio con muchos problemas para frenar al central Santamaría. Su movilidad y su velocidad para armar el brazo fueron argumentos suficientes para colocar las primeras ventajas locales.

Esto obligó a subir un punto la defensa del Torrelavega, lo que acarreó dos exclusiones consecutivas de Ábalos. Al paso por el ecuador del primer tiempo, estos dos equipos llamados a estar en la parte alta de la categoría no defraudaron a las expectativas creadas. La igualdad fue máxima. Se trabó el juego y bajaron las revoluciones a la hora de mover la pelota, lo que aprovechó Colunga para sacar lustre a su batuta repartiendo goles y asistencias a los de Mozas.

El arranque de la segunda parte alumbró a los visitantes y, pese a las circunstancias adversas, el Bathco supo agarrarse a la pista y enfangar la defensa para sacar dos contragolpes de manual y empatar a falta de dos parciales. Los de Mozas decidieron morir con las botas puestas.

Los naranjas tuvieron la oportunidad de iniciar la temporada de la mejor manera posible, ganando, pero el asunto se tornó en tragedia: la falta de Moreno en ataque y el latigazo de Castro desde 12 metros que se coló en la red de Krimer dejaron un doloroso 27-26 en el marcador final en vez del trabajado, al menos, empate.