El Blendio Sinfín acaba la fiesta copera antes de tiempo

Los santanderinos entraron con ganas a la eliminatoria mientras que los pupilos de Urdiales seguían la estela de los sinfinistas (2-5) y Ernesto Sánchez bajaba la persiana durante los primeros compases de un partido que daba alas a los jugadores de Garabaya.

Mientras, el técnico cántabro de los manchegos pedía a los suyos que asegurasen los pases. El Caserío no acababa de contener el ataque del Blendio Sinfín, así que paró el juego cuando Jacob Díaz subió la séptima diana para cántabros al electrónico. Los de Ciudad Real reaccionaron tímidamente mientras iban subiendo la intensidad y, al fin, rompieron su sequía ofensiva.

En el bando cántabro, Sasha Tioumentsev, principal pilar del equipo durante toda la eliminatoria, llamaba a la calma a los santanderinos sobre la pista. Los sinfinistas llegaron al ecuador doblando a su rival en el marcador (4-8), pero varias pérdidas de balón y el acierto de José Andrés Torres ante el arco de Ernesto Sánchez llevaron el partido a un punto en el que no había tregua ni en la pista ni en el marcador. Poco a poco, el Caserío consiguió igualar (10-10) gracias a la subida de su intensidad defensiva y los problemas en ataque del Sinfín.

Rubén Garabaya tuvo que parar el partido para evitar la remontada de los manchegos, pero lo único que hizo fue retardarla. Una vez que se volvió al juego, el equipo que dirige Santi Urdiales tomó la delantera (11-10) y los santanderinos eran, ahora, los que seguían la estela local. La defensa del Caserío se lo puso muy difícil a los cántabros, pero el Blendio llegó al descanso con el empate en el marcador (15-15).

Tras el paso por vestuarios, manchegos y santanderinos se atascaron en sus respectivos ataques hasta que a los cuatro minutos de la segunda mitad, Ciudad Real rompió las tablas para volver a la dinámica de gol y replica, prácticamente instantánea, de los santanderinos.

A base de insistir, los manchegos acabaron abriendo hueco (23-20) mientras el Blendio Sinfín chocaba una y otra vez contra el muro que Óscar Ruiz construyó bajo el arco del Caserío. La diferencia de tres goles se mantuvo hasta el último tercio del partido aunque la oportuna doble parada de Isra Marín mantenía con opciones sinfinistas. Al final, el cuadro santanderino fue alejándose más de la victoria cada minuto que pasaba y terminó despidiéndose de la Copa del Rey (31-26) para centrarse exclusivamente en la liga a partir de ahora.