De Cantabria a París

Miércoles 19 de junio a las 12.00 horas en el Hotel Villa Pasiega. La convocatoria no dejaba lugar a dudas, pero aun así los Hispanos prefirieron no ajustar demasiado la llegada y desde primera hora de la mañana los 21 jugadores convocados por Jordi Ribera desfilaban por Hoznayo para dejar la maleta y comenzar «una puesta a punto, una pretemporada con diferentes etapas muy marcadas que tienen en el horizonte los Juegos Olímpicos de París». Así lo cuenta Rodrigo Corrales, el portero cangués del Veszprém húngaro y defensor del arco de España.

Lo primero, el reencuentro. Saludos, abrazos y una rápida puesta al día en apenas cinco minutos. «Empezamos un viaje largo, pero estamos muy contentos ya de arrancar y de estar aquí, en una tierra que nos trae muy buenos recuerdos», apunta Joan Cañellas, lateral izquierdo del Kadetten Schaffhausen suizo y uno de los comodines más fiables de los Hispanos.

Esos recuerdos de los que habla el de Santa María de Palautordera se remontan a 2020, cuando España se alzó con el cetro continental tras proclamarse campeona de Europa previo paso por Cantabria. «Solo puedo decir que nosotros estamos encantados de estar en aquí; es un entorno ideal por las condiciones del hotel y de la pista», añade Corrales.

Cañellas, una de las leyendas del balonmano español, se deshace en elogios: «Tiene las condiciones ideales para trabajar y, además, sin mucho calor». A pesar de su laureado palmarés, para el catalán, los Juegos Olímpicos de París serán los primeros de su carrera tras perderse los de Tokio por lesión y no clasificarse España para los de Río. «Todos esperamos que el trabajo que hagamos estos días nos sirva de cara a las siguientes fases y así acercarnos al objetivo que es llegar lo mejor posible», reflexiona.

El plan de Jordi Ribera para sus pupilos pasa por dobles sesiones en el Vicente Trueba de Torrelavega. «Probablemente ahora nos centremos más en lo físico y, luego, más específicamente en el balonmano», explicaba el lateral izquierdo, que palpa un ambiente en el que se ven «muchas ganas de ponerse ya en marcha». Lo confirma Rodrigo Corrales: «Siempre que hay un premio como disputar unos Juegos Olímpicos de por medio, la mentalidad es llegar en la mejor forma y prepararnos bien, porque si queremos estar en buenas condiciones en París el sacrificio que tenemos que hacer es este».

Formar parte de los 21 jugadores elegidos por Jordi Ribera y comenzar un camino que culminará con el debut olímpico de España ante Eslovenia el 27 de julio exige una concentración máxima. La que vive la selección española hasta el próximo martes, cuando deje Cantabria para inaugurar la segunda fase de la preparación. «Es un camino muy comprimido», continúa Rodrigo Corrales, con el que espera «llegar a París con las mismas sensaciones con las que fuimos a Tokio -España se colgó el bronce olímpico en 2021-, bien preparados y con energía».

Lo que tienen claro todos los componentes de la selección española olímpica que reposan ya en el Hotel Villa Pasiega es que «todo puede pasar». «Soñamos con repetir lo de Tokio, incluso con mejorarlo, pero primero hay que preparase bien y, en Cantabria, comenzamos a trabajar en ese objetivo», resume Corrales. Comienza la cuenta atrás. La de un camino olímpico en el que los Hispanos, con sus tres montañeses en liza, son uno de los principales candidatos al podio.

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