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t El pivote Ángel Basualdo y el lateral izquierdo Leo Alonso Juanjo Santamaría
La cantera acude en auxilio del Sinfín
Balonmano

La cantera acude en auxilio del Sinfín

Nueva generación ·

Leo Alonso y Ángel Basualdo son los dos jugadores criados en las categorías inferiores del Unicaja Banco encargados de cubrir la baja por lesión de Diego Muñiz

Adela Sanz

Santander

Martes, 28 de septiembre 2021, 07:09

Hay ausencias muy difíciles de llenar. La lesión de hombro del capitán del Unicaja Banco, Diego Muñiz, ha obligado al entrenador Víctor Montesinos a buscar soluciones para suplir la baja de uno de los pilares del equipo santanderino tanto en el vestuario como en el 40x20. Lo cierto es que el de Palma del Río no tuvo que ir muy lejos para encontrar la respuesta a sus interrogantes. La resolución del dilema no tiene un nombre, sino dos: los santanderinos Leo Alonso y Ángel Basualdo.

Los jugadores, ambos de la generación 2001, son el ejemplo de que si se apuesta por la cantera, como hace el Sinfín, y por la formación durante las categorías inferiores, resulta mucho mejor que ponerse a escanear el mercado. La inclusión de Alonso y Basualdo no es la única medida diseñada para atajar la falta de Muñiz. La variación en la defensa también se hizo efectiva a través del cambio. «Al no estar Diego, en lugar de defender en 6-0, lo hacemos en 5-1 con Basualdo de central y yo más avanzado», cuenta el lateral izquierdo Leo Alonso.

El trabajo encomendado a los canteranos no es tarea fácil. «Es muy difícil suplir la baja del capitán y esta vez la solución pasa por una defensa más abierta», añade Ángel Basualdo. «Ahora mismo ya estoy más cómodo. En mi caso siempre jugaba a defender 6-0 y este año con el 5-1 tienes que controlar todo más. La pasada temporada, solo Diego Muñiz defendía en 5-1 y ahora he tenido que aprender a desenvolverme en esta situación», continúa Basualdo.

La inclusión de Leo y Basualdo se une al cambio de una defensa de 6-0 a 5-1 más abierta en el juego de los santanderinos

Ambos canteranos han jugado los tres primeros partidos de Asobal y están inmersos por completo en la dinámica de la plantilla

Después de los tres primeros partidos en Asobal, Leo y Basu no dejan de acumular minutos vestidos de negro. «Sientes esa responsabilidad. Antes casi no tenía minutos y ahora estoy jugando bastante, así que el cambio es evidente y para mejor», apunta el lateral izquierdo.

Al principio, cuenta Ángel Basualdo, «sentía algo de presión porque todo el mundo espera que lo hagas bien». ¿Los motivos? Las expectativas puestas sobre los dos canteranos: «te dicen que tienes que aprovechar la oportunidad porque es única, que es el momento para demostrar todo el trabajo hecho y da un poco de vértigo pensar que no puedes ser capaz de hacerlo o que los nervios te jueguen una mala pasada», reconoce. «Pero cuando empiezas a jugar coges confianza. Ahora ya no salgo con miedo».

Los canteranos llegaron al vestuario del primer equipo del Sinfín cuando eran juveniles y han pasado de formar parte de los entrenamientos y «de estar cinco minutos en la pista a esto de ahora, que estamos casi todo el partido», apunta Leo.

Los canteranos ya comenzaron a apuntar formas la pasada temporada cuando el capitán no podía acudir a los duelos a domicilio y «ahí comenzamos a ocupar ese puesto y a sumar algunos minutos más», cuenta Basualdo.

Leo y Ángel no están solos en esta experiencia. Les respaldan sus compañeros de vestuario. «Nos dan consejos y nos ayudan a mejorar. Todos los compañeros tienen un rato para nosotros. Igual Lon es el que más está encima para todo y nos ayuda no solo en lo deportivo, también fuera del ámbito del balonmano», explica el lateral.

Basualdo reconoce que «nosotros estamos aprendiendo y le ponemos mucha atención a todo lo que nos dicen. Sobre todo nos piden que seamos intensos, porque con intensidad es más sencillo arreglar los errores. Cuando salimos nos ven pequeños y atacan por nuestra zona, así que tenemos que meternos totalmente en el partido».

Los canteranos, no obstante, son conscientes de que «hay mucho por aprender y conocimientos que solo consigues con los años y la experiencia», añade el pivote santanderino.

Minutos de confianza

Durante tres jornadas, Leo Alonso y Ángel Basualdo han dado rotaciones de garantías al Unicaja Banco y han probado el ritmo de vida de un deportista profesional que compagina entrenamientos y gimnasio con sus estudios -Grado Superior de Cocina, el primero, y Administración y Dirección de Empresas, el segundo-.

Su objetivo está muy claro y Basualdo lo resume perfectamente: «Que no se note la diferencia cuando estemos en la pista y que nuestro trabajo sirva para que el entrenador nos tenga en cuenta como una alternativa sólida cuando Diego Muñiz regrese».

De momento, cada vez están más integrados en la rutina del Unicaja Banco y lo notan, sobre todo, «en la confianza que nos da Víctor Montesinos o cuando hacemos estudio del equipo rival, que viene donde nosotros y nos dice cómo ataca el otro equipo mientras nos da indicaciones específicas», cuentan. Tan metidos están en la dinámica que esta temporada «es la única de las cinco en la que solo estoy con el primer equipo y no bajo a entrenar ni a jugar con el filial, aunque tengo ficha con ellos», explica Alonso.

Leo Alonso y Ángel Basualdo siguen afianzándose como una alternativa viable en la defensa del Unicaja Banco y aprendiendo a pasos agigantados mientras demuestran que invertir en cantera siempre es la mejor opción.

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