El descaro del Bathco resiste ante el Kiel en el debut de los naranjas en la Liga Europea

Y puestos a escribir la historia, ésta recordará al extremo Ángel Fernández como el autor del primer gol naranja en esta competición (2-1). Los nervios, lógicos por otra parte, de los torrelaveguenses se notaron en las pérdidas de balón que no llegaron a penalizar el juego del Bathco, pero la serenidad acabó llegando y el orgullo del Besaya hizo que los de Jacobo Cuétara plantasen cara a los alemanes. Los de Torrelavega no se arrugaron y chocaron una y otra vez contra el arco que guardaba un prácticamente infranqueable Tomas Mrkva, a pesar del constante martilleo (6-4) de un Juanjo Fernández brillante durante los primeros minutos.

El planteamiento de Cuétara funcionaba y los naranjas seguían la estela que marcaba el Kiel mientras se mantenían a una distancia mínima del conjunto que dirige Filip Jicha (8-7). A falta de diez minutos para el descanso, los alemanes aprovecharon las inferioridades numéricas naranjas para conseguir una ventaja de dos goles (12-10) en el electrónico. Si defender a los teutones era una tarea complicada, hacerlo con un hombre menos rozaba la machada. Y ahí el Kiel no dio tregua (14-10) a los de Jacobo Cuétara, a pesar del acierto de Abraham González, el portero del filial que cubre la baja de Carlos Calle, bajo el arco del Bathco.

Con lo que no contaban los de Jicha era con la incansable insistencia naranja. El Bathco no se rinde. Nunca. Así, mientras el técnico asturiano pedía a sus jugadores la máxima atención posible a las faltas en ataque durante el tiempo muerto (17-14), se llegó a la recta final de la primera parte del partido. Con la última acción de la primera parte, Emil Madsen envío al fondo de las redes su lanzamiento desde los siete metros (18-14). Solo la bocina impidió que el contragolpe de Nico Colunga se transformase en un efectivo ataque, pero hubo que poner rumbo al vestuario.

Los del Besaya salieron la segunda parte con los nervios templados y eso se notó desde el primer minuto.

Tras las paradas de Leo Tercariol, solo faltaba afinar un poco en el ataque para no perder de vista al Kiel. El Bathco tenía que materializar sus ocasiones y evitar el daño de los incisivos Emil Madsen, Karl Wallinius y Bence Irme en el ataque alemán.

Era el momento decisivo, ese instante en el que se sabe que todo va a cambiar (21-15) y Jacobo Cuétara pidio tiempo muerto. El técnico naranja no lo dudó. El objetivo: parar el juego y pulir al máximo los errores que podían costar muy caro a los del Besaya. El Bathco reaccionó y el extremo astillerense Ángel Fernández desatascó los problemas ofensivos para recordar a los de Torrelavega que, contra el talento y la magia alemana, estaba el trabajo y el carácter de los cántabros.

Los cuatro goles de diferencia (22-18) estaban ahí, pero el objetivo seguía siendo acortar distancias y que el Kiel no jugase tranquilo y cerrar todas las vías posibles a las redes del Bathco. Los alemanes acabaron encontrando el camino (26-20) y el Kiel, que cuenta sus participaciones en la Liga Europea por títulos –cuatro de cuatro–, no tuvo piedad del novato. El último tercio del partido tuvo en la defensa del Bathco al gran protagonista y el descaro naranja llevó a bloquearse al Kiel (29-27) y entonces se pudo fantasear por unos instantes hasta la bocina final (32-27).