La eliminatoria sigue abierta

Los cántabros plantearon de inicio la clásica defensa 6-0, al igual que los vallesanos, y en ambos casos con un cambio en la transición: Muñiz por Castro en los locales y Rey por Varela en los vallesanos.

Los primeros minutos, poco intensos, se caracterizaron por la igualdad, y se alcanzaron los seis primeros con empate a dos. A los diez minutos de la contienda el parcial era de 2-4, con un central como Varela como principal artillero vallesano. El Sinfín hacía lo que podía, con más recursos en la primera línea, para alcanzar en el ecuador del primer periodo con 6-3.

Aun así, la defensa de Montesinos sufría por la movilidad visitante y el trabajo del pivote Salinas. Y así fue como la velocidad en las transiciones aumentó con el paso de los minutos gracias a la aportación del internacional Antonio García al contragolpe. Cuando Montesinos pidió tiempo muerto antes de llegar al minuto 20, el marcador estaba en 6-8.

Castro cogió acto seguido la dirección del juego santanderino para darle una mayor velocidad en las transiciones, y la inferioridad local por la exclusión de Zungri no supuso mayores problemas: se solventó con un buen trabajo del 6-0 defensivo y la intervención de un Ernesto en racha en la portería.

En la recta final del primer tiempo Antonio García hizo a falta de un minuto el 7-10 y la respuesta no se hizo esperar por medio de Castro. El técnico visitante pidió tiempo muerto para preparar una estrategia en los últimos 14 segundos y tuvo éxito. Pérez batía a Ernesto para llegar al descanso con 8-11.

Terminaba una primera parte en la que los santanderinos tuvieron opciones de estar en partido planteando cara a un Granollers que jugó con buen ritmo a partir de los diez minutos. Ese aumento de intensidad facilitó sus lanzamientos sobre el portal de Ernesto, que aun así detuvo varios disparos que llevaban el camino de gol.

En la segunda mitad el Unicaja cambió su defensa, planteando un 5-1 con Leonardo de avanzado. El cuadro de Montesinos pasó a hacer dos cambios defensa-ataque, jugando en el 3-3 con Lon y Castro. Ramiro anotó en el primer ataque local, pero las diferencias se mantenían en los tres goles: 10-13 a los 36 minutos.

Casi al mismo tiempo que se lesionaba Muñiz, Roca anotaba el gol del empate a trece, lo que despertó la animosidad santanderina. Pla y Basualdo ponían a los suyos por delante con el 16-15 a falta de quince minutos y a continuación los aficionados festejaban por todo lo alto el tanto de Lon, llevaba el 17-15 al marcador a falta de catorce para el final.

En el 50 el parcial era de 19-16. Los locales jugaban con tres goles de renta que incrementó Perbela a cuatro con el 21-17 y el 22-18. A falta de seis minutos y con un jugador menos por exclusión de Xavi Castro, el marcador se puso con 22-20 Los santanderinos estaban cerca de superar a sus rivales, pero sabían que cualquier error se podía pagar caro. Perbela de nuevo asumió la responsabilidad y anotó el 23-20.

Con el 23-22 y a falta de dos minutos para el final, Montesinos pidió un nuevo tiempo muerto. Sabía el técnico que no se podía fallar si quería ganar y así fue. Un último gol de Lon le dio la victoria por 24-23.