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Trece segundos frenéticos que resumen un partido y valen dos puntos vitales.Así se resume el duelo de ayer del Unicaja, que dió la machada al imponerse por 30-29 a un Logroño que dominó durante buena parte del duelo, en especial en el ... primer tiempo, pero que cayó víctima de un Sinfín en estado de gracia. La clave, en el ecuador del segundo tiempo, cuando tras un parcial de 5-0 los cántabros consiguieron empatar en el minuto 46.
Un triunfo, en definitiva, muy importante para las aspiraciones de los de Víctor Montesinos, que a base de pundonor y entrega revirtieron un resultado adverso que les sitúa en una buena posición para seguir luchando por la permanencia, además con muy buena dinámica.
El partido comenzó con idénticos planteamientos defensivos y con un cambio en la transición: Lon por Muñiz (cambio local) y Moreira por Kiselev en las filas visitantes. El buen hacer riojano y algún error de Lon, que se reivindicaría en el segundo tiempo, propiciaron que los logroñeses tomaran ventaja.
Pasaban los minutos y pese al tiempo muerto los riojanos llevaban la iniciativa con ataques posicionales, aunque su defensa no era muy contundente, para mantenerse por delante con una renta que rondaba los tres o cuatro tantos. Un parcial de 3-0 permitió a los sinfinistas colocarse a un solo gol antes de llegar con 14-16 al descanso de un partido impreciso por ambas partes.
El intercambio de golpes caracterizó la reanudación, con cambio en la defensa cántabra para pasar al 5:1 (Muñiz y Basualdo en defensa y Leo en ataque). Poco duro el experimento: al minuto 10 Montesinos pidió tiempo muerto al comprobar que su defensa hacía aguas pese a que Ernesto, que terminó el partido con 14 paradas, defendía bien su meta.
Fue entonces cuando comenzó la remontada; ese parcial de 5-0 que catapultó al Unicaja a la victoria. A falta de catorce minutos y con un 23-24 el partido entró en su recta final con empates consecutivos a 24 y 25 y mucha necesidad de estabilizar el juego y asegurar los lanzamientos. Lo hizo Xavi Castro para conseguir el 27-26 ante el entusiasmo de la parroquia y, posteriormente, Lon, que marcaba el 28-26, pero tras el 29-27 dos pérdidas condenaron de nuevo a los santanderinos al empate.
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Antes de llegar al último minuto se produjo la lesión de Dutra, que mermó a los visitantes. Y apareció Castro para demostrar que no le tiembla la mano.En la última posesión sinfinista tomó la responsabilidad para encarar el lanzamiento y poner a los suyos por delante con un 30-29 que casi garantizaba, al menos, las tablas. Después una excelente defensa, con tiempo muerto incluido a falta de 13 segundos, permitió defender dos puntos muy celebrados en La Albericia.
Los cántabros se imponían a uno de los grandes de la Asobal y se alejan un poco más del descenso. El parón le ha sentado bien alSinfín, que desde la reanudación de la competición no ha perdido en Liga, suma cuatro triunfos consecutivos y comienza a tomar renta respecto a la penúltima plaza (el último, el Antequera, está ya virtualmente descendido).
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