«No somos favoritos nunca, pero no daremos nada por perdido»

-¿Empaña la derrota la fiesta que supone debutar en la élite?

-De inicio nos salió todo perfecto y nos pusimos arriba muy rápido -en el minuto 15, el luminoso marcaba el 11-4 para los naranjas- y esa circunstancia tiene un peligro: el otro equipo tiene mucho tiempo para recuperarse. Así que a medida que perdimos efectividad, fueron remontando, y cuando nos empataron fue una losa muy grande y no supimos darle la vuelta. En los últimos 20 minutos se fue todo por la borda.

-Tocó pagar la novatada de la diferencia de categoría.

-Estamos muy mentalizados desde que subimos de que no va a ser fácil. Al final mantenemos el bloque del año anterior, que en División de Honor Plata son jugadores muy superiores, pero en Asobal no somos de las mejores plantillas. El salto se nota y es cuestión de hablar mucho con los jugadores. Somos conscientes de que para ganar aquí hay que hacer un partido perfecto y no puede haber altibajos, porque no vale con hacerlo bien 40 minutos y después aguantar. Nuestro objetivo es encontrar la regularidad en el juego y no tener tantos altibajos.

-No estuvieron solos, la afición también volvió al pabellón.

-Eso sí que fue una alegría. Lo mejor del día fue jugar delante de la gente y que, además, estuvieron apoyándonos todo el partido, a pesar de la remontada que nos hizo el Atlético Valladolid. Al final del encuentro nos aplaudieron y no hubo ningún reproche por la decepción de la derrota. Solo tenemos ganas de ofrecerles una victoria. Se juega para que la gente disfrute, por eso jugar sin público no tiene mucho sentido.

-Hay mucha intensidad cuando están las gradas pobladas

-Es un poco lo que pasa con el Pabellón de La Albericia. La gente esta muy encima. Son lugares vinculados al balonmano desde hace mucho tiempo y tienen esa magia. Yo debuté en los banquillos de Plata ante el Torrelavega y fue una tunda. Aquí, jugando de local, te vienes arriba y en ese sentido el Sinfín es un ejemplo muy claro de que en casa te puedes hacer fuerte y encarrilar la permanencia.

-¿Entonces mantenerse pasa por convertir el Vicente Trueba en inexpugnable?

-En casa hay que ganar siempre o casi siempre, por eso la derrota del otro día hace un poco más de daño. Al final sabes que esos partidos de local son los que te hacen salvarte. La permanencia pasa por ganar muchos puntos en casa e intentar sacar el mayor número posible fuera. Y luego siempre ganas algún partido que a priori no se espera.

-¿Quiénes son los rivales directos por la permanencia?

-No me atrevo a dar nombres concretos, pero sí pienso que nosotros podemos ganar aquí a cualquiera. Quitando los cuatro principales -Barcelona, Logroño, Ademar y Bidasoa-, el resto son equipos muy buenos y superiores, pero en el Trueba les podemos hacer sufrir. Es difícil hacer grupos a estas alturas de temporada, aunque creo que Antequera y nosotros, como somos los recién ascendidos, lucharemos por seguir en Asobal seguro.

-No solo debuta el equipo en Asobal, usted también se estrena en la categoría ¿Cómo se adapta un técnico a esta nueva situación?

-Estamos haciendo el mismo trabajo que en División de Honor Plata. Analizamos mucho al rival, vemos muchos partidos e intentamos estudiar cada detalle para intentar que no nos sorprendan. Sí es cierto que aquí el análisis es más amplio. El jugador de Plata te hace dos cosas bien mientras que el de Asobal hace seis o siete. En el sentido de trabajo, evidentemente, sí hubo preparación mental. De estar acostumbrados a ganar siempre como sucedió la pasada temporada, ahora hay que aprender a perder y a sufrir. Ante el Atlético Valladolid en el primer cuarto de hora, cuando íbamos ganando, era extraño porque sabíamos que no podía ser así. No podía resultar tan fácil. La temporada pasada, un partido como ese lo hubiéramos ganado sin muchos problemas, pero contra equipos de este nivel es imposible y eso nos tiene que hacer ver que los grandes parciales en Asobal no son definitivos.

-¿Se puede dar la sorpresa?

-Tenemos que ser suficientemente ambiciosos y mirar a todos los equipos a los ojos y no tenerle miedo a nadie. Somos los recién llegados y no somos favoritos nunca, pero no daremos por perdido nada. Queremos ser incómodos y que todos los demás sepan que vamos a hacerles correr si nos quieren ganar.

Enrique Villa

El Bathco Torrelavega acomete una de las salidas más complicadas de la temporada, como es la visita al Palacio Municipal de Deportes de Huesca. Allí le espera el Bada Huesca, a partir de las 20.00 horas, uno de los mejores equipos de la temporada pasada, tras quedar quinto, empatado con el tercer clasificado. Tras una gran campaña, el equipo dirigido por José Nolasco optó por mantener el bloque y consolidar aún más su estilo de juego. Este año, el equipo oscense cumple su undécima temporada consecutiva en la élite del balonmano español.

En palabras de Álex Mozas, los de Nolasco cuentan con «una de las mejores segundas líneas de la Liga y muy buena portería». El técnico madrileño admite que será un partido «muy complicado, pero vamos con la ilusión de competir, como siempre». En cuanto a la preparación durante la semana, Mozas señala la necesidad de «ser más regulares en nuestro juego que en el partido contra el Valladolid».

A pesar de la exigencia del choque y la competición, el mensaje del entrenador del Bathco Torrelavega es claro: seguir creciendo. «Al final, los equipos crecen durante la competición. No es tan importante cómo empiezas, sino cómo se va evolucionando», sentencia el entrenador, quien añade que «nuestra filosofía es mejorar cada partido y ser cada día más competitivos». En la primera jornada, los altoaragoneses cayeron derrotados por tres tantos contra Fraikin BM Granollers.