La historia del balonmano cántabro se escribe en naranja

Lo bueno de la alegría es que se multiplica al compartirla. Por eso, cuando los integrantes del Bathco Torrelavega bajaron de su autobús en la puerta de El Diario Montañés en Santander, dejaron en la redacción un poco de ese regocijo y euforia que atesoran desde que se proclamaron subcampeones de Copa del Rey en Jaén. Perfectamente uniformados y con unas sonrisas a juego con la medalla de la plata que llevaban al cuello, los héroes que han conseguido llevar al club del Besaya a Europa para el próximo curso pasearon por las diferentes secciones tras la bienvenida de Íñigo Noriega, director de El Diario Montañés. El vestuario y cuerpo técnico naranjas, encabezados por su técnico Álex Mozas, llegaron acompañados por Antonio Gómez, presidente del Bathco, y Alfredo Abarca, uno de los directivos de la entidad.

A las puertas de las vacaciones de verano, en Torrelavega empiezan ya a asimilar la magnitud de lo conseguido en tierras jiennenses, donde se plantaron tras superar al Nava (36-41) en la única eliminatoria que jugaron en la competición. Ya en el Olivo Arena, el Bathco se deshizo de Cuenca (30-31), en cuartos de final, y Ciudad de Logroño (28-29), en semifinales, en dos partidos de infarto que auparon a los del Besaya a la final contra el Barcelona (23-36). La derrota ante los azulgrana les dejó como subcampeones de Copa del Rey, pero con su nombre en el billete de ida a la nueva experiencia que supone jugar en Europa por primera vez en la historia de los torrelaveguenses, tomando el relevo del Teka que cerró su periplo continental en el curso 2003-2004.

Con apenas veinte años de vida y después de solo tres temporadas en Asobal, el Bathco ha encontrado en su carácter indomable y la fortaleza de una plantilla muy unida, las señas de identidad de un proyecto que cierra un ciclo tras este subcampeonato y afronta una profunda renovación que encabeza la llegada del técnico Jacobo Cuétara al banquillo del Vicente Trueba.

En Jaén, «afloró toda la emoción contenida a la vez», cuenta Antonio Gómez, máximo mandatario de la entidad. El Bathco escribía con tinta naranja una nueva página en la historia del balonmano no solo torrelaveguense, sino también cántabro, al clasificarse para competición europea de cara a la próxima temporada. Pero el camino ha sido largo. «Hasta aquí se ha llegado luchando. Comenzamos con aportaciones de gente que nos daba 300 euros y no teníamos patrocinador, hasta que un día aparece una marca de coches y nos ofrece una cantidad más elevada», recuerda Gómez sobre los primeros alientos de vida del Balonmano Torrelavega. El presidente reconoce que no lo tenían muy claro, así que le dijo a su hijo Álex que «el tren pasa por la estación una vez». Con el transcurso de las temporadas llegó el acuerdo con Bathco, a quienes «les gusta cómo lo llevamos de ordenado y claro», cuenta Antonio Gómez sobre el máximo patrocinador del club, que permitió a los del Besaya cambiar el paradigma de equipo pequeño recién ascendido a uno dispuesto a pisar fuerte en la historia del balonmano cántabro.

Ahora llegan los tiempos de vino y rosas, pero el presidente tiene grabados «todos los sectores que íbamos a jugar en Segunda División y no ascendíamos o las temporadas en Plata. Ha sido muy largo y duro, pero emociona y demuestra que todo valió la pena». Ahora Antonio Gómez tendrá que ponerse a hacer cuentas de nuevo. «Va a ser una plantilla para Asobal y, además, jugar en Europa. Eso supone mucho dinero, pero ¡benditas cuentas!», concluye el máximo mandatario naranja.

Uno de los protagonistas del brillante presente del Bathco Torrelavega es el entrenador Álex Mozas. La primera parte de este éxito fue «el partido en Nava, cuando pasamos a la fase final». A partir de ahí todo estaba ya en manos de la fortuna y del resultado del sorteo. «Ahí se iba a decidir el cuadrante y evitar al Barça ya te da posibilidades», cuenta el entrenador naranja. «A cualquier rival menos al Barça se le puede ganar, aunque es cierto que la forma de llegar a la final a ocho de la Copa después de tanta lesión y malos resultados no era la ideal».

Jugadores fundamentales en el esquema del madrileño como Fabrizio Casanova, Pablo Paredes o Jokin Aja «dieron el paso al frente que hacía falta». Además «se fue partido a partido», lo que llevó al Bathco Torrelavega rumbo a la final del torneo del ko. «Preparamos mucho el partido de Cuenca y creo que la semifinal fue más a base de fe y coraje», reflexiona Mozas con la calma que da el tiempo. El entrenador, que se despide con la clasificación histórica a Europa y cierra su ciclo en Torrelavega para poner rumbo a Bidasoa, reconoce que «no me quedo con el resultado, sino con ver en qué se ha convertido el Bathco, con el respeto que nos ha demostrado el balonmano nacional y, además, con seguir escribiendo la historia de balonmano en Torrelavega y en Cantabria».

Como asegura Mozas, Fabrizio Casanova fue uno de los jugadores determinantes para el desembarco de los naranjas en Europa. El argentino no llegaba físicamente bien a la fase final. «Álex siempre me hace sentir importante dentro de la plantilla y eso te motiva», cuenta el lateral, «así que me dijo: 'Si estás para jugar, adelante y si no puedes, no pasa nada'» . Casanova, el autor del gol ante Ciudad de Logroño que dio el pase al Bathco a la final y el billete a Europa, cierra su paso por Torrelavega y dice adiós al club después de «la temporada más dura de mi carrera por las lesiones». «Sin Álvaro Leiva, el fisio del equipo, no hubiera sido posible llegar hasta Jaén con la mano derecha como la tenía. Es un fisio increíble, solo puedo tener palabras de agradecimiento hacia él, ya que sin su trabajo no hubiera podido jugar».

A pesar de los dolores, Fabri asegura que no lo dudó y puso rumbo a la pista: «en ese momento piensas ¡Hacia adelante!». Cualquiera que lo conozca un poco sabía que esa era la decisión que iba a tomar. «Lo hablaba con mi madre y me decía `Cuida esa mano , que esa mano es tu trabajo' y al terminar el partido contra Logroño, la llame y lo primero que me dijo fue 'ya sabia que ibas a jugar'», recuerda entre carcajadas. Fabrizio Casanova ha vivido en primera persona la evolución de un Bathco que pasó de Plata a la élite del balonmano español y que crece a pasos agigantados. «El club lo ha hecho todo y lo ha hecho bien», resume. «Meter en Europa a un equipo que hace tres temporadas subió a Asobal no se hace en un suspiro, sino poco a poco, se cocina a fuego lento».

Lo que está claro es que el elemento diferenciador del Bathco Torrelavega es un carácter basado en que «te dé igual todo lo que digan y centrarte en que tienes que ayudar al de al lado y no tener ego», define el pivote Dani Ramos. Y así se puede vislumbrar la esencia del nuevo equipo de moda en el balonmano español. «No puedes ser solo compañero de equipo, sino trabar una relación más allá de la pista y los entrenamientos». El de Lalín, al igual que Mozas y Casanova, también cuelga la naranja tras el subcampeonato para poner rumbo hacia nuevos retos. «La clasificación a Europa es cerrar con lo que nos hemos merecido», explica. «La pasada temporada ya teníamos que habernos clasificado para competición continental y nos quedamos a las puertas, así que ahora es como si te devolvieran algo que te debían. Es lo justo», concluye Ramos.

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