Jakub Prokop salva un punto

Un minuto de no juego inauguró el partido como protesta contra la violencia en cualquier tipo en los pabellones. De esta forma, el balonmano ha reaccionado con contundencia tras la agresión de un aficionado del Rasoeiro al abuelo del árbitro en el partido cadete en Sanxenxo. Después de este acto de repulsa, comenzó el último partido del 2024 en la capital del Besaya.

El Bathco, con un Carlos Calle pletórico en los minutos iniciales, apostó por un ataque contundente que, unido a su férrea defensa, le llevó a doblar a los 'Gladiadores Azules' (6-3) con el amplio catálogo de goles de Guilherme Linhares y Javi Muñoz, en su caso, desde los siete metros. El Valladolid aprovechó su superioridad numérica y recortó distancias (6-5) cuando se alcanzaba el ecuador de la primera mitad. Con la vuelta de Marko Jurkovic, tras su exclusión, fue el propio central quien trasformó su ocasión.

Con el acierto del jugador, junto al tanto desde campo contrario de Isi Martínez, el Bathco recuperó su diferencia de dos goles, que amplió a tres Diego Gándara (9-6) para conseguir la máxima diferencia a favor naranja. La brecha se consolidaba (10-7), así que David Pisonero detuvo el partido para poner una tirita en esa herida que no dejaba de sangrar en el Valladolid y corregir el rumbo de los suyos sobre la pista del Trueba. El tiempo muerto del técnico azul soltó la melena de los castellanos y, de nuevo, iniciaron una remontada que cortó en seco el pivote naranja Diego Gándara con su segunda diana, mientras Carlos Calle se unía a la fiesta goleadora con un tanto de portería a portería (12-10).

Así todo, la reacción visitante acabó llegando. Bathco y Recoletas Valladolid enfilaron el camino a vestuarios empatados (13-13) y con todo por decidir en la segunda parte del encuentro. Con un arranque muy igualado que mantuvo las tablas durante los primeros minutos de la reanudación, los 'Gladiadores Azules' hilvanaron perdidas de balón que los naranjas aprovecharon sin piedad para recuperar su mayor diferencia en el marcador (18-15). David Pisonero detuvo el torrente ofensivo del Bathco con un tiempo muerto que consiguió encauzar las aguas castellanas.

Los del Besaya recuperaron ese cojín de tres goles (23-20) que daba cierta tranquilidad para encarar el último cuarto de hora de competición del año, pero los de Valladolid se empeñaron en seguir la estela naranja y no renunciar a sus opciones (23-23) de arañar algún punto, así que ahora le tocaba el turno a Jacobo Cuétara de solicitar un tiempo muerto. El técnico necesitaba desbloquear a sus pupilos que habían pasado de controlar el choque a ver como los castellanos cogían alas en la recta final.

El ritmo anotador se aceleró en la segunda parte, lo que llevó a un correcalles en el que naranjas y azules jugaban al ratón y al gato alternándose la delantera en el electrónico a falta de diez minutos para el final (25-26). Los últimos compases en el Vicente Trueba fueron todo un espectáculo (30-30) con dos rivales dispuestos a celebrar la última victoria del año, aunque cuando sonó la bocina final, lo que brillaba en el electrónico era el tercer empate del Bathco en la primera vuelta (31-31) gracias al acierto de Jakub Prokop a falta de cinco segundos, que regaló al Bathco un punto antes de Navidad.