El Liberbank Sinfín despide el curso con buen sabor

El partido entre santanderino y burgaleses comenzó con buen juego local, que a los ocho minutos y medio mandaban por 7-4, después de haber comenzado con un 4-1 y haber obligado al técnico visitante Alberto Suárez a pedir tiempo muerto para recordar a sus jugadores que estaban en el partido.

La medida tuvo efecto inmediato ya que en tres minutos lograban acercarse a los santanderinos, que ante el aumento de intensidad de los rivales comenzaron a cometer errores que facilitaban el juego de los burgaleses. A los doce minutos empataban a 8 goles. Victor Montesinos detuvo el partido y centró a sus jugadores.

En los minutos finales de la primera mitad los santanderinos mejoraron sensiblemente y cogieron la iniciativa en el marcador. Los cambios dieron una mayor velocidad al juego local, que en esos minutos finales llegaron a mandar por tres goles, 14-11. Aún así, los rivales se acercaban a 14-13, aunque en los instantes finales los locales Rubio y Ramiro conseguían dos dianas que subían el marcador local hasta marcar el 16-13 cuando los colegiados señalaban el camino de los vestuarios para el intermedio.

En la segunda mitad el juego fue similar, y al menos los aficionados que se acercaron a La Albericia disfrutaron desde el comienzo. Los de Montesinos quisieron apretar en su juego para evitar lo que les ha sucedido a lo largo de la temporada, que con el paso de los minutos iban perdiendo concentración y efectividad y se llevaron más de un susto. Todo iba bien, pero no pudieron sentenciar después del 21-17 con el gol de Ostroushko, circunstancia que aprovecharon los burgaleses para acercarse hasta el 21-20, en el minuto 9, que hacía pensar que iba a ser un final atractivo. Para que la situación no empeorase en juego y goles el entrenador Montesinos movió el banquillo y pidió intensidad. No pudo evitar el empate a 21, pero a sus jugadores este resultado les hirió en su amor propio y aumentaron finalmente el ritmo, lo que les permitió volver a coger el mando en el choque con un intercambio de goles que les llevo a la recta final del choque con un apretado marcador de 27-26 a falta de seis minutos para la conclusión.

Llegados a este punto de nuevo el Villa de Aranda pidió tiempo muerto para tratar de amarrar el partido a su favor y estuvo a punto de conseguirlo al ponerse con 27-28, un gol a su favor, a falta de tres minutos y medio. Los locales volvieron a intensificar sus acciones para dar la vuelta al marcador. Valles forzó el empate y Zungri, a falta de medio minuto para el final lograba el que significaba la victoria por 29-28. Los burgaleses lo intentaron para lograr el empate, pero la defensa santanderina, en este ocasión, no dio opción a los atacantes rivales.

Una vez que finalizó el partido y con los dos equipos sobre la pista de juego se fue llamando a los jugadores Cristian Postigo, Ignacio Valles, Vladyslav Ostroushko y Elcio Pascoal Carvalho, los cuatro que dejaran el equipo la próxima campaña. Un recuerdo. Se acabó el curso.