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Pablo PIneda
Benidorm
Miércoles, 5 de mayo 2021, 23:31
El Liberbank tendrá que sufrir para asegurar la permanencia en la Asobal tras caer en Benidorm en un partido en el que fue de más a menos. El conjunto local, que llevaba dos meses y medio sin ganar, aprovechó la debilidad de su rival, ... que sigue negado a domicilio en las últimas jornadas, y su irregularidad en ataque para romper el partido en el principio del segundo acto sin que los de Víctor Montesinos pudieran oponer resistencia. El partido comenzó bien para los cántabros, pero fue todo un espejismo, porque en cuanto el Benidorm aumentó la intensidad de su juego, gracias en parte a la profundidad de su banquillo, el Sinfín se desplomó. Solo Nacho Vallés, Dimitrievski y Ramiro Martínez mantuvieron un nivel aceptable, pero con eso no basta para seguir en la Asobal una campaña mas.
Benidorm
Leo Tercariol; Rivero (9), Fleutchmann (2), Parker (3), Grau (1), Iván Rodríguez (3) y Nikcevic (4, 2p) –siete inicial-; Roberto Rodríguez (ps), Benito (2), Porras (3), Méndez (2), Spiljak, Oliver, Nolasco (3) y De la Santa.
32
-
25
Liberbank Cantabria Sinfín
Antequera: Elcio; Blázquez (1), Lastra, Castro Peña, Lon (2), Zungri (3), Nacho Vallés (5, 2p) –siete inicial- Sánchez (ps), Alonso, Ramiro Martínez (5, 2p), Oustroushko (3), Dimitrevski (5), Basualdo y Rubio (1).
Parciales cada cinco minutos. 1-1, 5-4, 7-6, 11-6, 14-9, 14-11 –descanso- 18-13, 21-14, 24-17, 26-20, 29-23 y 32-25.
Árbitros. Fernández Molina y Murillo Castro (Comité Andaluz). Excluyeron a Carlos Grau, Nolasco, Nikcevic, De la Santa Ostrouskho (2), Dimitrievski y Alonso.
Incidencias. Palau D'Esports L'Illa de Benidorm. 600 espectadores. Liga Asobal.
Los de Montesinos comenzaron bien a pesar de errar sus tres primeros ataques. Zungri y Dimitrievski anotaron con facilidad y el equipo cántabro, ayudado por las imprecisiones de su rival, abrió un pequeño hueco en el marcador (1-4, minuto 6) que obligó a Fernando Latorre, muy enojado con sus hombres, a parar el partido.
El tiempo muerto tuvo efectos inmediatos en el Benidorm, que volvió a la pista con una ambición y actitud muy diferentes. En un abrir y cerrar de ojos, el conjunto local, liderado en ataque por el cubano Rivero, autor de tres tantos casi consecutivos, logró darle la vuelta al marcador y tomar el mando tras un parcial de 4-0.
El bando anfitrión aumentó la agresividad de su defensa y recuperó por momentos la mejor versión de Leo Tercariol, quien bajó la persiana de su meta con paradas de todos los colores. Una doble exclusión en las filas del Liberbank precipitó acto seguido el desplome del equipo visitante y marcó de facto el partido.
La profundidad del banquillo del Benidorm le dio un giro de tuerca al duelo y Montesinos, en pleno atasco ofensivo, decidió pedir un tiempo muerto con 10-6 en el marcador (minuto 18). No sirvió de mucho, porque su equipo siguió en barrena en ataque ante un Benidorm que aprovechó la situación para doblar a su rival en el marcador (12-6).
El técnico sinfinista optó entonces por hacer un cambio en la portería y dar entrada a Sánchez, pero lo que volvió a meter al Liberbank en el partido fueron varios errores no forzados del conjunto local. El equipo cántabro aprovechó los regalos para, con goles de Zungri y Dimitrievski, recortar las diferencias antes del descanso, al que se llegó con el marcador de (14-11), porque Vallés erró un lanzamiento de siete metros ya con el cronómetro a cero.
Las malas sensaciones de la primera parte se trasladaron al inicio de la segunda. El equipo local salió decidido a sentenciar por la vía rápida y aprovechó las paradas de Tercariol para explotar su contragolpe con Nikcevic e Iván Rodríguez. Con 18-13 en el marcador, y con apenas cuatro minutos disputados, Montesinos intentó frenar la avalancha, pero ya no le fue posible. El Sinfín volvió a sufrir un colapso en ataque que el Benidorm no desperdició para meter tierra de por medio en el marcador.
Por momentos, el equipo local, muy necesitado de autoestima, se gustó y amenazó con lograr un marcador de escándalo, pero los cántabros opusieron resistencia gracias al buen hacer de Vallés y de Oustroushko, que con varios goles seguidos mantuvieron la distancia entre los seis y cinco tantos.
Un nuevo tiempo muerto de Montesinos y la relajación del Benidorm permitieron a los cántabros tener una vida extra en los últimos diez minutos, a los que llegaron con cinco goles por debajo. Pero no hubo sorpresa porque Rivero, de nuevo, apareció para cerrar el partido a pesar de la presencia estelar, en los últimos minutos, de Ramiro Martínez.
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