Las olas vallesanas hunden al Sinfín

El Blendio Sinfín acabó vapuleado en La Albericia (25-38) por un Granollers letal que no perdonó ni un error a los santanderinos en su pabellón. Los de Rubén Garabaya, el equipo de Asobal con los peores números como local, no acaban de encontrar la fórmula para encarrilar una permanencia que se complica un poco más cada jornada.

Los primeros minutos en La Albericia fueron de dominio vallesano. El acierto de Matic Gercar bajo el arco sinfinista evitó que los de Antonio Rama abriesen un hueco más grande (2-4), mientras que en el bando santanderino el único que conseguía enviar el balón a las redes de Granollers era Sasha Tioumentsev, autor de los dos tantos del Blendio Sinfín. Los catalanes iban marcando el ritmo y no tardaron en dejar atrás en el luminoso a unos santanderinos con muchas carencias en ataque (3-8). Así, antes de llegar al primer cuarto de hora, Rubén Garabaya paró el juego para evitar la sangría vallesana y reubicar al ataque santanderino.

El tirón de orejas del técnico asturiano no quitó del todo el espesor ofensivo sinfinista, que encontraba el camino hacia el arco de Robert Rodríguez pero que no acababa de superar al muro andaluz del Granollers (7-10). La reacción no fue tan contundente como se esperaba en La Albericia.Granollers no cedía en el empuje y los nervios que empezaban a atenazar al Blendio Sinfín llevaron a los de Antonio Rama a la máxima diferencia en el electrónico (7-12). Los cinco goles de diferencia hacían añicos la pequeña recuperación posterior al tiempo muerto.

El gol desde campo contrario de Oriol Rey (9-15) dejó a los santanderinos desconectados en la recta final de la primera parte hasta que pusieron rumbo a vestuarios para buscar las claves que permitieran frenar los contragolpes del Granollers, que tanto daño estaban haciendo a los cántabros.

El paso por vestuarios no dejó las ideas más claras al Blendio Sinfín, que vio cómo se iba agrandando la diferencia (15-23). Los santanderinos tenían que encomendarse a la épica si querían encauzar el partido ante su rival y romper sus números como peor equipo local de Asobal. Las transiciones rápidas de los vallesanos condenaron a los deRubén Garabaya, que tenían que remontar nueve goles de diferencia (16-25) en los quince minutos que restaban de partido. La distancia, sin embargo, se amplió a once (18-29) dejando una renta comodísima al Granollers hasta la bocina final (25-38).

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