Rubén Garabaya
El técnico asturiano asegura que los de negro llegan a esta fase de ascenso como una «máquina competitiva que tiene pocos altibajos» sobre la pista
Rubén Garabaya (Avilés, 1978) quiere cerrar un círculo. No en el sentido de concluir una etapa o finalizar un capítulo, sino en el de no ... dejar cabos sueltos antes de volver al punto de partida. El entrenador asturiano se enfrenta con su primera fase de ascenso a Asobal en su tercera temporada en el Blendio Sinfín. En su debut como entrenador principal consiguió una permanencia «milagrosa» para los santanderinos. En la segunda, vivió el infierno de un descenso que no por esperado, fue menos doloroso. En esta, la tercera, busca culminar el proceso de reconstrucción sinfinista regresando a la élite.
-¿Cómo es el Blendio Sinfín con el que aspira regresar a Asobal?
-Es una máquina competitiva que no descansa y tiene pocos altibajos. Sobre todo, que intenta evitar los bajos. Los jugadores que han llevado la responsabilidad en este equipo son nuevos o prácticamente recién incorporados. Por ejemplo, Stjepan Jozinovic. Viene de recuperarse de una lesión de larga duración, pero una cosa es tener el alta médica y otra recuperar el nivel competitivo. Le costó tiempo alcanzarlo, pero poco a poco se ha convertido en un jugador muy determinante. Macapá -Luis Gustavo da Silva-, es otro ejemplo de jugador importante en el juego del equipo. Es su primera experiencia en el balonmano europeo y el proceso de adaptación hace que su pico de rendimiento llegue ahora.
-En la lista de protagonistas no puede faltar Matías Payá...
-Matías, estaba cedido en un equipo de Primera Nacional -OAR Coruña- y es un jugador con unas características muy interesantes que encajan perfectamente con el sistema que quiero para el Sinfín y con mi forma de entender el balonmano. Para mí, un central tiene que generar espacios y momentos. En su caso, lleva el peso de la dirección del partido y se encarga de generar esos espacios. Él dirige al Sinfín y lleva mucha carga táctica ya que, en mi opinión, el central tiene que ser mi extensión en la pista.
-¿En qué estado de forma llegan a Ciudad Real?
-Si realmente somos un equipo de Asobal, lo veremos en Ciudad Real este fin de semana. Lo más importante es trabajar la confianza en uno mismo y en el equipo, en esa sensación de pertenencia a un todo, a un grupo que comparte un objetivo común. Lógicamente, el ir mejorando y que los resultados acompañen ayudan a hacer grupo y a afrontar una fase final de este tipo en la que hay presión y estrés, pero cuando sabes que estás bien vas con más confianza.
-UBU Burgos -sábado, 20.15 horas- es la primera parada del ascenso en el Quijote Arena.
-Ha sido un equipo muy regular durante toda la temporada y que, además, ha ido creciendo con el paso de las jornadas hasta el punto de jugarse el ascenso directo en el último partido.
-Caserío o Puerto Sagunto les esperan en una hipotética final -domingo, 12.30 horas- ¿Cuál prefiere?
-El Caserío es el mejor adaptado a la categoría y un equipo extremadamente competitivo. Saben bregar en situaciones complicadas con mucho aplomo y experiencia. Son intensos duros y es un equipo muy guerrero. Puerto Sagunto descendió con nosotros la pasada temporada y ha vivido una historia muy paralela a la nuestra, en cuanto a adaptación rápida en busca del regreso a la máxima categoría. Poca gente cuenta con ellos en las quinielas, pero a mí no me sorprendería que accedieran a la final.
-¿Qué ha sido lo más importante para llegar hasta aquí después del descenso?
-Cambiar la mentalidad, sin duda. Lo que más me ha preocupado en todo momento era cambiar la mentalidad. Nadie me impuso un objetivo deportivo tras el descenso, pero yo intuía que debíamos asumir el objetivo de luchar por el ascenso. Así que, para mí, la clave era cómo convertir un equipo que busca mantener la categoría y que acumulaba más derrotas que victorias, como nos pasaba el curso pasado en Asobal, a otro que quiere estar en la parte alta de la tabla, ganar y ser un firme candidato al ascenso.
-¿Cuánto tardó en generar ese cambio?
-Es un poco lo que hemos conseguido al final del curso. Esa regularidad que igual no tuvimos en toda la competición, sí la alcanzamos con esas últimas ocho jornadas consecutivas puntuando, jugando a un gran nivel y, sobre todo, siendo muy competitivos.
Bathco y Hercos Colindres buscan el ascenso a Plata y Primera Nacional
El Blendio Sinfín no será el único equipo cántabro que busque el cambio de categoría estos días. Bathco y Hercos Colindres disputarán desde hoy y hasta el domingo sus sectores nacionales con los que aspiran a subir a Plata Femenina y Primer Nacional Masculina de cara al próximo curso, respectivamente. Los de Colindres serán, además, anfitriones y recibirán en el Municipal de la villa marinera al Maravillas Benalmádena, Dominicos y Saizar Usurbil, mientras que las naranjas cogen el autobús para ir hasta la localidad vizcaína de Loiu donde las esperan Morro Jable, Urdaneta y Samertolameu. Con un formato de Liga exprés, con enfrentamientos entre todos los equipos participantes, conseguirá el billete del ascenso aquel que cierre las tres jornadas de competición en la primera posición del grupo.
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