Rubén Garabaya entrenará al Sinfín

Su llegada a la capital cántabra supone el debut en los banquillos de Asobal de quien fue pivote de los Hispanos, que dejó el balonmano en activo precisamente en La Rioja hace cinco años, al concluir la temporada 2016-2017. Se incorporó entonces al cuerpo técnico del club riojano, del que fue segundo entrenador de Miguel Ángel Velasco hasta que al terminar la temporada 2020-21 decidió abandonarlo para aceptar la propuesta de convertirse en seleccionador femenino de China. El objetivo era entrenar a féminas de 16 años en ese país, con el objetivo de llevarlas a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Sin embargo la experiencia no fue buena y a los pocos meses dimitió del puesto.

Después de su corto paso por el gigante asiático, el asturiano fue contratado por la Federación de Egipto como ayudante de Roberto García Parrondo en el equipo nacional absoluto. García Parrondo fichó hace unos días por el MT Melsungen de la Bundesliga alemana, que compaginará con Egipto. En su ausencia, Garabaya trabajaba en El Cairo con los internacionales que juegan en su país.

El presidente del Sinfín, Servando Revuelta, era consciente ya desde hace meses de que Víctor Montesinos no iba a continuar y buscaba un relevo más urgente que nunca, puesto que el club ha tenido esta temporada muchas bajas y debe reconstruir su plantilla, para lo que necesitaba que el responsable técnico estuviera disponible cuanto antes. Se llegó a sopesar que otro pivote, José Manuel Herrero Lon, colgara las botas y se hiciera cargo del equipo. Con una enorme experiencia como jugador y conocimiento del club y en un momento en el que en medio de la autarquía económica era necesario apostar a futuro, fue una opción de emergencia sobre la mesa que no llegó a fructificar.

Sin embargo, y como adelantó El Diario Montañés, Revuelta y Lon optaron finalmente porque el santanderino siga, a sus 45 años, una temporada más dentro del 40x20. Con un equipo tan remozado, su aportación deberá dosificarse, pero será muy necesaria ya que Lon es un líder tanto en el vestuario santanderino como sobre la pista.

Así fue como Revuelta abrió una operación que esperaba haber cerrado el pasado fin de semana, aunque finalmente se ha alargado algo más. Tres días para ultimar detalles y que Garabaya comience a trabajar de inmediato en el nuevo Sinfín. Con la dificultad, eso sí, de no conocer exactamente el presupuesto del que dispondrá tras haber perdido el club el patrocinio de Unicaja Banco. Garabaya, que tiene el título nacional de entrenador desde 2005 y Master Coach de la IHF, estaba preparado para dar el salto como primer entrenador y La Albericia será el lugar elegido para su debut en la élite nacional. Esta será su primer experiencia como entrenador en Asobal y, casi, en su aún corta pero muy prometedora carrera como técnico. Lo hará en un club acostumbrado a este tipo de retos, puesto que ya en su momento tanto Rodrigo Reñones como Víctor Montesinos se estrenaron en los banquillos de la máxima categoría de la mano del Sinfín.

Como jugador, Rubén Garabaya, se formó en su ciudad natal, pero pronto dio el salto al Ademar, con el que debutó en Asobal en 1997. A dos años en León les siguieron otros tantos en Cangas, y en 2001 se incorporó al Valladolid. Su larga etapa de seis años en Pucela concluyó en 2007 con su fichaje por el Barça, con el que jugó hasta 2010. Del Palau Blaugrana marchó al Ciudad de Logroño, donde permaneció siete años, el ciclo más largo de su carrera, hasta su retirada en 2017, cuando estaba a punto de cumplir los 39 años.

Campeón mundial con los Hispanos en 2005 y bronce en 2011, Garabaya también se proclamó subcampeón de Europa en 2006 y se colgó la medalla de bronce en los Juegos de Pekín 2008. En total, fue internacional en 168 ocasiones, con 318 tantos en su cuenta. El nuevo técnico sinfinista tiene por delante confeccionar una plantilla con el objetivo de continuar en Asobal una nueva campaña y hacer un buen papel en la Copa del Rey que recalará en Santander y contará con el club de la capital cántabra como invitado.