El Santoña cierra su clasificación para la fase de ascenso a Plata

Los números rara vez engañan. El Santoña ha celebrado en 27 jornadas nada menos que 25 victorias y ha cedido dos empates. Solo Congesa y Finetwork Gijón pueden decir orgullosos que arañaron un punto ante los santoñeses. Más mérito el de los salmantinos, que lograron las únicas tablas de la temporada en el Tomás de Teresa de la villa marinera.

Esos guarismos confirman que el Santoña es el único equipo de categoría nacional que no ha hincado la rodilla sobre la pista ya que al Barcelona de Asobal, el único de los habituales en la lista de invictos, cedió los dos puntos ante el Bathco Torrelavega tras la alineación indebida del azulgrana Youssef Ben Ali. Es cierto que es un título oficioso que se queda en simple anécdota si no consiguen el objetivo de regresar a División de Honor Plata, donde jugaron hace tres temporadas, pero da cierto grado de confianza en las posibilidades del vestuario que dirige Santi Abascal.

Juan Carlos Antolín (Santoña, 1967), es el presidente del Balonmano Santoña, y quien lleva semanas haciendo labores de despacho para intentar que la fase de ascenso para la que se ha clasificado matemáticamente su club se dispute en casa. «Hace tres temporadas se jugó un año en Plata y después se bajó. Aquel ascenso se jugó aquí en el Tomás de Teresa arropados por nuestra afición y nos gustaría repetirlo», cuenta el máximo mandatario.

A los pupilos de Santi Abascal, que sucedió a Julián Ruiz en el banquillo de la entidad tras la salida de este para responsabilizarse del staff técnico de la Federación de Arabia Saudí, solo les falta disputar un partido para cerrar la fase regular del Grupo B de Primera Estatal. Los caprichos del destino hacen que el Santoña se despida de la Liga contra el segundo clasificado, los ovetenses del Unión Financiera (Polideportivo Vallobín, sábado 14 a las 19.00 horas). Ambos equipos están empatados a 52 puntos, ya que los asturianos cuentan en su casillero con 26 victorias y una derrota en su visita al Tomás de Teresa santoñés por 25-22. En Vallobín está en juego el liderato del grupo. «Ese encuentro ya se cuenta como preparación para la fase», cuenta Alberto Izquierdo (Santoña, 1993), uno de los capitanes. El técnico Santi Abascal (Santander, 1972) también cree que es importante llegar a la última jornada con un compromiso así «de cara a la fase de ascenso, donde hay bastante igualdad entre todos los equipos», asegura el entrenador del Santoña. «Así que tampoco creo que haya mucha diferencia entre quedar primero o segundo, pero si es un partido a quince días de la fase -el play-off se juega del 27 al 29 de mayo- que nos va a servir de piedra de toque, ya que los asturianos son uno de los aspirantes a subir a Plata».

El secreto del Balonmano Santoña está en su vestuario. «Creo que es el grupo humano más importante que hemos tenido nunca», explica el presidente del club, «Comenzamos la temporada con Julián Ruiz y un equipo hecho a medida de un sistema de juego que queríamos implantar». Guillermo Herrero (Santander, 1994), el otro capitán del Santoña, confirma lo que dice Antolín. «El año pasado veníamos del covid y todo era muy difícil, con los parones e interrupciones cada dos por tres, así que para esta temporada se hizo una gran planificación sabiendo lo que queríamos, los jugadores específicos y en qué puestos hacían falta. Además llegaron tres jugadores de Asobal para reforzar el equipo», explica Herrero. Esas incorporaciones de las que habla el líder del vestuario son los tres exjugadores del Sinfín Cristian Postigo, Luis Pla y Javier Valverde, que cambiaron los aires de la capital cántabra por Santoña y La Albericia por el Tomás de Teresa.

Cuando comenzó la Liga, allá por el mes de septiembre, «el primer objetivo era meterse en fase de ascenso e intentar subir a Plata». explica Cristian Postigo (Zaragoza, 1989). El extremo es consciente de que «al final las fases de ascenso son un poco más duras. Juegas tres partidos en un mismo fin de semana y hay que tener un pelín de suerte. Por eso sería importante contar con el factor campo a favor».

A pesar de los buenos resultados del Santoña, la temporada no ha sido fácil entre las lesiones y el cambio de dueño del banquillo en enero. Tras la salida de Julián Ruiz, Santi Abascal cogió el timón de un equipo que «estaba en una buena dinámica, así que era mantener un poco el trabajo que iban haciendo», cuenta el entrenador.

La adaptación del santanderino «requirió unas semanas de adaptación por parte de ambas partes, ya que era una situación un poco especial si se tiene en cuenta que lo habitual es cambiar de entrenador cuando las rachas son negativas».

De cara a la fase de ascenso, Abascal reconoce que «hay factores que están en nuestras manos y hay otros que son externos. Hay que tener como fundamental el aspecto físico porque son tres partidos en poco tiempo y también el factor emocional, ya que el hecho de no poder fallar provoca que haya más motivación».

A falta de un enfrentamiento, el vestuario es consciente de que con la bocina final de Oviedo empieza otra aventura. «Yo les digo, sobre todo a los jóvenes, no es que la temporada está acabada, solo estás clasificado, pero aquí no ascendió nadie. Ahora estás en otro momento de preparación para un nuevo objetivo», asegura Herrero. Consejos de capitán.

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