«Siempre llevo la implicación como bandera de todo lo que hago»

En su fichaje por el club que dirige Servando Revuelta, Garayaba cuenta que «hubo varios factores que resultaron determinantes» para su incorporación: «Estoy muy cerca de mi casa y mi familia no se tiene que desplazar. Se pueden quedar en Avilés, lo que es una comodidad para mi», explica. «También me convenció la determinación del club para ficharme. Ellos han apostado claramente por mí y lo tenían muy claro. Eso ha significado mucho porque, además, nunca me he guiado por cuestiones económicas, ese es un factor más, pero nunca ha sido determinante», añade Garabaya sobre sus razones para firmar con el Sinfín.

Los santanderinos han elegido para su banquillo un entrenador que quizá no posea experiencia en la élite como técnico, pero si tiene las ideas muy claras: «Creo que es muy importante que los jugadores entiendan el porqué de lo que hacen. Me gusta que todo tenga un sentido. Soy muy detallista y voy a insistir mucho en pormenores que muchas veces a los jugadores les parecen minucias sin importancia, pero que marcan la diferencia», dice quien será el dueño del banquillo negro durante la próxima campaña.

Exigirá mucho compromiso a su vestuario: «Siempre he llevado la implicación como bandera en todo lo que hago y en todo con lo que me comprometo. Así es como entiendo el deporte y esa implicación será lo mínimo que voy a pedir».

El nuevo Sinfín, que comenzará su pretemporada la última semana de julio, tendrá una nueva cara y una filosofía acorde con su nuevo entrenador. «En el balonmano actual no existen fórmulas mágicas. Lo que creo que marca la diferencia son los detalles sobre las cosas que haces. Atacar en el espacio correcto, en el momento correcto y teniendo siempre claro cual es la intención de nuestro ataque y el objetivo», reconoce el asturiano.

Para materializar esa propuesta sobre el 40x20, Garabaya intenta «darle herramientas a los jugadores y el mayor conocimiento posible del rival de modo que a la hora de enfrentarse a ellos lo hagan con la mayor confianza posible. Ahí es donde debe estar el trabajo de un entrenador, en explotar los puntos fuertes de tus jugadores y los débiles del rival».

De momento, antes de aterrizar en Santander, lo primero es cerrar la plantilla del Sinfín de la próxima temporada. «Todavía faltan algunos detalles», reconoce. Pero también tiene claro lo que quiere: «Intento contar siempre con jugadores que tengan capacidad de adaptación y potencial de crecimiento. Nada me haría sentir más orgulloso que ver a mis jugadores evolucionar, aunque sea para irse a mejorar deportivamente en otros equipos».

Revuelta tuvo muy clara la elección de Rubén Garabaya desde el primer momento. «Sé de buena tinta que han pedido referencias sobre mí y entiendo que la respuesta habrá sido positiva». El nuevo entrenador asturiano del club santanderino afronta así la temporada 22-23 «con muchísima ilusión. Los retos que tenemos por delante son bonitos y enormes». «En un principio -añade- uno siempre tiene en mente todas las ideas que quiere aplicar y todos los conceptos. Luego ya habrá que hacer ajustes en cuestión del feedback que vaya recibiendo por parte del equipo».